• Si son embrionarias has matado a un embrión humano.
  • Y encima no has curado ni un resfriado: la gran estafa científica del progresismo actual.
  • Si, por el contrario, son células adultas no has matado a nadie y encima has conseguido curar a la gente.
  • Pero para esconder su fracaso, los progres homicidas de embriones nos ocultan ese segundo apellido.
  • Al final, la soberbia científica y política hace que en España se sigan utilizando embriones humanos como cobayas de laboratorio.
  • La estafa homicida la inició el PP de Aznar; el PSOE de ZP la amplió.
  • Y todo esto para nada: para matar y no curar.
Gran alharaca por la aplicación de células madre para la recuperación de parapléjicos en un hospital madrileño. Lo cuenta el ABC, el mayor hacedor de ditirambos de la presidenta madrileña Cristina Cifuentes (en la imagen junto a la infanta Elena), la más progre del PP, que enseguida se ha apuntado méritos ajenos. Felicitemos a los doctores de Puerta del Hierro por este logro terapéutico. Ahora bien, no me vale que, interesadamente, o por pura necedad, los periodistas volvamos a suprimir el segundo apellido del método utilizado. En otras palabras, lo que se ha hecho en el centro sanitario madrileño, ¿se ha hecho con células madre adultas o con células madre embrionarias? Dicho de otra forma, ¿para esta terapia se han matado embriones humanos o se han utilizado células madre adultas (a pesar de que han proliferado las opciones, la división continúa siendo perfectamente válida)? Porque no vale con hablar de 'células madre'; lo importante es el segundo adjetivo: ¿embrionarias o adultas? En el primer caso, se está asesinando a un ser humano para curar a otro. En el segundo no se asesina a nadie y encima son las células que están ofreciendo éxitos terapéuticos. Las embrionarias no han curado aún ni un resfriado e incluso han provocado tumoraciones. Pero, miren por dónde, son las células que defienden los progres, las que financiara Zapatero y sigue financiando Rajoy. En el presente caso, se intuye que son células madre adultas. Primero porque han dado resultado y las embrionarias, además de homicidas, son un desastre médico. En segundo lugar porque los médicos de Puerta de Hierro aseguran que la ampliación del proceso terapéutico se hará con células, no sólo no embrionarias, si no adultas y provenientes del propio paciente (es lo lógico, para evitar rechazos). Pero, en el entretanto, doña Cristina Cifuentes se apunta al éxito científico y los de ABC-Vocento le hacen la pelota… y contribuyen a la confusión. Es decir, no distinguen en la cuestión central: el fracaso de las homicidas cédulas embrionarias y el éxito de las células adultas que siempre ha permitido y animado la Iglesia: las células madre adultas. Y la broma de esta confusión interesada entre células madre adultas y células madre embrionarias no termina aquí. Como consecuencia final, seguimos metiendo en la nevera y masacrando embriones humanos procedentes de la FIV. ¿Para qué? Para nada, para el gran fracaso terapéutico y para engordar el ego de científicos miserables y fracasados que se niegan a reconocer su error y su horror. Y a no modificar la ley que permite la congelación y utilización de embriones humanos como cobayas de laboratorio. Por cierto, ésta no es una ley del PSOE, sino del PP de Aznar. Zapatero lo único que hizo fue ampliar la congelación de embriones humanos, 'ad libitum' y 'ad nauseam'. Eulogio López eulogio@hispanidad.com