• A los antisistema catalanes les ha dado ahora contra los curas.
  • Como en la Semana Trágica: no quería que los muchachos fueran a la guerra y se dedicaron a quemar iglesias.
  • Todo sea por la lucha contra la sociedad hetero-patriarcal.
La buena gente, que diría el diputado Rufián, ha interpretado a su manera la ideología de la CUP, es decir, el grupo separatista catalán de la "diputada Manolo". Porque la CUP, faro ideológico de Puigdemont, Montilla y demás compañeros mártires, no se conforman con la independencia de Cataluña. Su objetivo es el mismo que el de los revolucionarios de la Semana Trágica: No queremos que las tropas embarquen para ultramar. Ergo, para conseguir tan noble fin se volvió a Barcelona y empezaron a matar cristianos y quemar iglesias. Pues bien, la CUP la ha tomado con la Iglesia. Por ahora no han asesinado a ningún cura, que conste. Y también están tras la sociedad hetero-patriarcal. Vamos, que no le gustan ni los padres ni los heterosexuales. Por eso, la gran declaración programática de doña Anna Gabriel, mandamás de la asamblearia de la CUP, consistió en asegurar que a los niñas debe educarles la tribu, no la familia. Algo así como que los individuos copulan y a la prole la educa la comuna. Eso sí: en Barcelona mismo, no en la jungla. Al final, lo que Juan Español, que no es buena gente, deduce de todo esto es la meme que circula por Internet: para el español medio, la CUP son los gases tóxicos (ver foto) de doña Anna Gabriel. Por cierto, muy bueno lo del comunista y anticlerical Jaume Roures. Según El Mundo, el rey de los derechos del futbol pondrá su centro de prensa para seguir el referéndum ilegal del 1-O. Eso sí, pagando. Eulogio López eulogio@hispanidad.com