• Es decir, con los cuatro inútiles que rigen la política española.
  • Rivera es un jacobino, que habla de patria como igualdad pero sin razón de ser.
  • Iglesias es comunista: no le importa la patria sino el Estado, es decir, el poder.
  • Sánchez es un necio incapaz de alcanzar el concepto nación: lo de patria se le queda muy lejos.
  • Rajoy sólo es un cobardón empeñado en no mojarse para mantener lo que tiene.
  • Negar la existencia de la nación española es más difícil que negar la existencia de sus leyes.
  • La nacionalidad es la cosa más práctica porque muchas cosas son nacionales sin ser políticas, o sin ser legales.
Decíamos ayer… que Rajoy vencerá en Cataluña pero no convencerá, ni a los separatistas ni a los españoles. Sorprende que en la propia Moncloa y en el propio Partido Popular, se hable del Estado, en lugar de hablar de España. ¿Pero qué puñetas es el Estado español? Hablen de España, señores, que es una nación y una patria. O al menos eso es lo que se supone que ustedes, queridos monclovitas, deben creer, pues cobran su sueldo en las instituciones nacidas de la Constitución de 1978. Y les aseguro que a muchos catalanistas les gustaría que en Madrid hablaran más de España y menos del Estado español que suena a ópera bufa. Decía Chesterton que negar las naciones a veces es más molesto que negar los votos y a la justicia: "La nacionalidad es la cosa más práctica porque muchas cosas son nacionales sin ser políticas, o sin ser legales". Repasemos el panorama actual en España sobre el procés: 1.- Tenemos un neocom (neo-comunista), Pablo Iglesias, el más peligroso jetadura  al sur del río Ebro, al que la patria española le importa un pimiento porque los comunistas sólo creen en el poder y el poder lo otorga el Estado, no la patria ni la nación. 2.- Contamos con un necio, como Pedro Sánchez, que juega con la plurinacionalidad de España como el niño juega con los envoltorios y destroza el contenido. 3.- Un Rivera para el que la defensa de la unidad de España no es patriotismo sino jacobisnismo. 4.- Por último, un Mariano Rajoy cobardón que habla del Estado español y de la igualdad de todos ante la ley. Mira, Mariano, la gente siente su patria cuando camina por las calles todos los días y no sólo cuando elabora leyes, que es algo en lo que no interviene y que apenas conoce. Es decir, el problema catalán se acentúa con la 'banda de los cuatro'. Es decir, con los cuatro inútiles que rigen la política española. Esta es la razón por la que el problema catalán resulta insoluble. Pero hay otra. Quede para mañana. Eulogio López eulogio@hispanidad.com