Qualcomm continúa sacando tajada de la crisis de chips, al igual que el resto de fabricantes de estos componentes, mientras Europa es rehén de la misma. Y es que ha disparado su beneficio neto (+38%) y sus ventas (+30%) en su primer trimestre fiscal del ejercicio 2022, periodo que concluyó el pasado 26 de diciembre.

El fabricante de semiconductores estadounidense ha tenido buenas cifras, al igual que Intel y AMD, pues ha ganado 3.399 millones de dólares, superando con creces los de hace un año (2.455 millones, cifra que triplicó los del mismo periodo de 2019) y ha facturado 10.705 millones, destacando que los smartphones se mantienen como su principal fuente de ingresos. Eso sí, también han crecido notablemente las ventas de la división de chips para coches y la de chips para el Internet de las Cosas (IoT).

“Estamos al comienzo de una de los mayores oportunidades en nuestra historia, con nuestro mercado direccionable expandiéndose más de siete veces a aproximadamente 700.000 millones en la próxima década”, afirma su presidente y director ejecutivo, Cristiano Amon

Qualcomm ocupó el sexto lugar en el ranking mundial de ventas de semiconductores en 2020 y sigue confiando en la taiwanesa TSMC y en la surcoreana Samsung para sacar adelante sus diseños. “Nuestros resultados trimestrales récord reflejan la fuerte demanda de nuestros productos y tecnologías, con ingresos de QCT (la división más grande de Qualcomm y la responsable de los componentes móviles) que superan los de cualquier empresa de semiconductores sin fábrica”, ha señalado su presidente y director ejecutivo, Cristiano Amon. “Estamos al comienzo de una de los mayores oportunidades en nuestra historia, con nuestro mercado direccionable expandiéndose más de siete veces a aproximadamente 700.000 millones en la próxima década. Nuestra hoja de ruta de tecnología única nos posiciona como el socio de elección tanto para dispositivos móviles como para el borde inteligente conectado”, ha añadido.

ranking mundial semiconductores

Recuerden que el fabricante de chips estadounidense con sede en San Diego (California) atrajó el interés de otro compatriota del sector (Broadcom) a finales de 2017, pero finalmente no pudo adquirirla: tras meses de negociaciones por las cifras fue la Casa Blanca, entonces liderada por Donald Trump la que lo impidió porque la procedencia asiática del comprador podría interferir con la seguridad nacional de EEUU. Y es que Broadcom tiene como primer ejecutivo al malasio Tan Hock Eng, un ejecutivo de negocios y filántropo nacido en Malasia pero con nacionalidad americana.