El emir Tamim bin Hamad Al Thani (Catar), el príncipe heredero Mohamed bin Salman (Arabia Saudí) y el emir Mohamed bin Zayed Al Nahayan (Emiratos Árabes Unidos) siguen dando pasos en la colonización de Occidente
Los países del Golfo Pérsico (especialmente Catar, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos) avanzan en su colonización de Occidente… debido a que les sobran miles de millones de petrodólares y también quieren diversificar sus fuentes de ingresos. Últimamente, sobre todo, apuestan por la energía, el deporte, el automóvil y hasta el agua.
Esta misma semana se ha conocido que el fondo soberano de Catar, QIA, ha entrado en Sauber Holding AG, es decir, en lo que será el futuro equipo de la marca alemana Audi (la cual forma parte del grupo Volkswagen) en la Fórmula 1 en 2026. No es la primera incursión de los países del Golfo en el denominado ‘Gran Circo’, pues la petrolera saudí -y la mayor del mundo- Aramco es el patrocinador principal del equipo británico Aston Martin, donde entre sus pilotos está el español Fernando Alonso; y también está entre los patrocinadores del campeonato de Fórmula 1.
Aramco ha sido noticia recientemente al haber cerrado la compra del 10% de Horse, la división de motores híbridos y térmicos del grupo francés Renault, que hasta ahora compartía con el chino Geely). Este movimiento se ha rumoreado desde hace tiempo y al final, se ha llevado a efecto. Quizá el tema se mencionó cuando se vieron el presidente francés, Emmanuel Macron, y el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, en Riad, dentro de la visita de Estado del primero durante tres días,... justo cuando la continuidad del primer ministro francés, Michel Barnier, pendía de un hilo (al final, con tan solo tres meses en el cargo, este último ha dimitido, tras una moción de censura). Macron y Bin Salman han firmado una alianza estratégica y han llamado a elecciones en Líbano.
En el entretanto, el pasado martes 3, el emir de Catar, Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani, y su esposa, Sheikha Jawaher bint Hamad bin Suhaim Al Thani, asistieron a una cena de banquete ofrecida en su honor en el Palacio de Buckimgham (Londres, Reino Unido) por parte de los reyes Carlos III y Camila. Esto último recuerda los honores que el emir catarí ha recibido cuando ha visitado España, como por ejemplo: en mayo de 2022, cuando le rindieron pleitesía Pedro Sánchez, el rey Felipe VI… y hasta Ignacio S. Galán, presidente de Iberdrola (donde QIA es el primer accionista con un 8,7%), que escribió un artículo en ABC hablando de “amistad” y presume de fortalecer su “alianza estratégica”. También se ha podido ver el pasado 21 de junio, cuando Sánchez se reunió con el primer ministro y titular de Exteriores catarí, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, pero no quiso recibir al presidente argentino, Javier Milei, en su segundo viaje “personal” a España. Ya saben, Milei es otro ‘ultra’ como Orban… Y por supuesto, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, también se reunió con su homólogo catarí y refirió que “hoy la política exterior de España está total y exclusivamente centrada en nuestros amigos cataríes y en esa extraordinaria relación que estamos consiguiendo”.
Tanto Reino Unido como España han preferido obviar el hecho de que Catar es uno de los negociadores en el actual conflicto entre Israel y el grupo terrorista Hamás, que empezó con el brutal ataque que este último provocó el pasado 7 de octubre. Insistimos, Catar es financiador de Hamás… y financió el ataque del 7 de octubre de 2023, y conviene recordar que en octubre de 2012, el entonces emir de Catar, Hamad bin Jalifa al Thani, fue el primer gobernante que visitó la Franja de Gaza desde que Hamás se hiciera con el territorio palestino en 2007.
El verano de 2023, el fondo de Qatar Sports Investment (QSI), que preside el jeque Nasser Al-Khelaïfi (propietario y presidente del equipo de fútbol francés PSG) compró el World Padel Tour (WPT), es decir, el circuito mundial de pádel profesional. Por su parte, Arabia Saudí, a través del Fondo de Inversión Pública saudí (PIF), logró que se combinaran los negocios y derechos comerciales de los actuales tres grandes circuitos de golf (el estadounidense PGA Tour, el europeo DP World Tour y el saudí LIV Golf) en una nueva entidad. Además, el fútbol no ha escapado a los petrodólares: no sólo ha logrado atraer a múltiples jugadores (Cristiano Ronaldo, Karim Benzemá, Neymar, Nacho Fernández, Joselu Mato,...) sino que también se ha ha hecho con la propiedad de varios equipos (el jeque catarí Abdullah ben Nasser Al Thani es propietario del Málaga Club de Fútbol desde junio de 2010 y el jeque catarí Nasser Al-Khelaïfi es dueño total del PSG desde 2012), patrocina a otros tantos (entre ellos, el Real Madrid) y Catar fue sede del Mundial de Fútbol en 2022.
A las inversiones de países del Golfo Pérsico en el mundo del automóvil y en el deporte, se suma su interés por la energía y hasta por el agua. La emiratí Taqa olvidó su fallida OPA sobre Naturgy, que acabó por una nueva traición del fondo australiano IFM que provocó la ruptura del pacto y de las negociaciones con Criteria Caixa, haciéndose con el 49,99% de una cartera de plantas solares españolas de Endesa. En concreto, Taqa lo hizo a través de Masdar, una empresa estatal de energía renovable emiratí que es propiedad de Taqa, la petrolera estatal Adnoc y Mubadala (el fondo soberano de Abu Dabi y primer accionista de Moeve -antes Cepsa- con un 61,5% del capital). Además, Masdar acordó la compra de Saeta Yield hace poco más de dos meses. Y por si esto no bastara, ahora Taqa puja por GS Inima, la antigua filial de tratamiento de agua de OHLA (entonces OHL) y cuenta con cierta ventaja, sobre todo, tras la retirada del fondo canadiense Caisse de dépôt et placement du Québec (CDPQ).
Y en paralelo, no hay que olvidar que colonizar Occidente sirve a los países del Golfo Pérsico para blanquear sus regímenes musulmanes (algo en lo que también han tenido algo de ayuda de Joe Biden), e incluso entran en el soborno a Europa, pero pese a todo esto en España se rinde pleitesía al emir catarí. Los países del Golfo están presente en multitud de empresas, entre ellas: Iberdrola, IAG, Colonial, Moeve, Telefónica (donde el Gobierno acaba de autorizar que los árabes de STC compren el 9,9%), El Corte Inglés, PRISA, Barclays, Credit Suisse, Volkswagen, Deutsche Bank, Lagardère, Shell, Avangrid -filial de EEUU de Iberdrola-, Hochtief -filial alemana de ACS-, Sainsbury’s, la sociedad propietaria del Empire State de Nueva York, y HAL -el gestor del aeropuerto de Heathrow-.