Iberdrola no se rinde con PNM Resources. Y es que ha recurrido ante el Tribunal Supremo de Nuevo México, pero no lo hace en un momento cualquiera, sino en vísperas de que Ignacio S. Galán declare como imputado en el ‘caso Villarejo’ el próximo 18 de enero ante la Audiencia Nacional.

Avangrid, la filial de Iberdrola en EEUU y de la que controla el 81,5% del capital, ha ampliado el acuerdo de fusión con PNM hasta el 20 de abril de 2023, que podría prorrogarse tres meses más, es decir, hasta julio de 2023. Todo ello, casi un mes después de que el regulador de Nuevo México rechazara (New Mexico Public Regulation Comissions, NMPRC, por sus siglas en inglés) el acuerdo de voluntades entre ambas compañías por el que Avangrid compraba PNM: en concreto, lo rechazaron por la decisión unánime de sus cinco miembros y entre sus argumentos alguno citó el ‘caso Villarejo’, en cuya pieza 17 se ha imputado a la filial Iberdrola Renovables como persona jurídica y también al propio Galán.

Iberdrola, Avangrid y PNM “inician la defensa de sus intereses al considerar que la decisión tomada por la NMPRC es injusta”. Recuerdan que la operación tenía el apoyo del consejo de PNM, grupos de interés, distintos organismos... “En total de 23 de las 24 partes intervinientes”

Pero la cosa no acaba ahí: como se ha indicado al inicio del artículo, ambas compañías han decidido presentar un recurso de apelación contra la resolución de la NMPRC ante el Tribunal Supremo de Nuevo México. Así, Iberdrola, Avangrid y PNM “inician la defensa de sus intereses al considerar que la decisión tomada por la NMPRC es injusta”. Además, las compañías han recordado que la operación era “amistosa y recomendada por el consejo de administración de PNM Resources”, “contaba con el respaldo de los grupos de interés y había recibido el visto bueno de distintos organismos de carácter estatal y federal durante el proceso de autorización del proyecto de fusión que ha durado más de un año”.

Y por si esto no bastara, Iberdrola insiste en que el proyecto rechazado suponía más de 300 millones de dólares en beneficios para los clientes y las comunidades de Nuevo México, y que tenía el apoyo de las partes participantes en el proceso, entre ellas: el fiscal general de Nuevo México, el sindicato International Brotherhood of Electrical Workers Local 611, organizaciones defensoras del medio ambiente y organizaciones que representan los intereses de las comunidades tribales. “En total, 23 de las 24 partes intervinientes apoyaron o no se opusieron al acuerdo”, ha subrayado. Además, la eléctrica ha añadido que mantiene su compromiso de invertir unos 30.000 millones de dólares (unos 26.586 millones de euros) en EEUU entre 2020 y 2025 en redes de transporte y distribución y en renovables.

Galán está imputado en el ‘caso Villarejo’ por presuntos delitos de cohecho activo, contra la intimidad y falsedad en documento mercantil. Mientras crece la presión de los fondos (sobre todo BlackRock) para que nombre un CEO

No hay que olvidar que la compra de PNM ascendía a unos 8.000 millones de dólares (unos 7.089 millones de euros): capitalización (en el momento en que se anunció era de unos 3.800 millones de euros) más unos 3.368 millones de euros en deuda. Al respecto, conviene destacar que PNM también se ha visto perjudicada: su valor en bolsa ha bajado y actualmente está en unos 3.400 millones, y su cotización se ha depreciado un 7% en los últimos seis meses.

Paralelamente, en Iberdrola tienen otros problemas: el primero es que Galán debe declarar el próximo 18 de enero como imputado en el ‘caso Villarejo’ por presuntos delitos de cohecho activo, contra la intimidad y falsedad en documento mercantil. Recuerden que el presidente y CEO de la eléctrica lleva imputado desde el pasado 23 de junio , siendo uno de los ‘cortocircuitos’ de 2021, y que también está en dicha situación la filial Iberdrola Renovables Energía. De hecho, la eléctrica y BBVA son las dos empresas del Ibex 35 que se mantienen imputadas como persona jurídica en el ‘caso Villarejo’. Y el segundo es la presión creciente de los fondos (sobre todo de BlackRock, segundo accionista, pues al fondo soberano de Qatar -QIA-, que es el primero, sólo le importa recibir dinero vía dividendo) para que se nombre a un CEO. Es decir, los fondos quieren que Galán deje de ser presidente y CEO, veremos porque el salmantino se resiste.