Con algo de relajación en el ruido mediático de los últimos meses, pero con igual combatividad antigubernamental, Ignacio S. Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola, ha presentado los resultados del primer trimestre ante los analistas. La verdad es que el ruido mediático en torno a su persona se ha visto reducido ya que las reivindicaciones en contra del “impuestazo” confiscatorio sobre las ventas de las compañías del sector energético parece haber entrado en una fase puramente judicial, por lo que vamos a empezar con las cifras del primer trimestre. En lo que se refieren al beneficio neto ha vuelto a significar un récord con 1.485,4 millones de euros (M€), lo que representa un incremento del 40,4% interanual.

Al contrario de lo que sucedió en el cierre del ejercicio 2022, que fue excepcional, esta vez la eléctrica ha presentado descensos en áreas geográficas, incluso en EEUU (su principal destino inversor), que pierde en la comparativa interanual un 2,9% del resultado obtenido en el 2022. Mientras que por negocios es el de redes el que cae un 22,7%, pero esto es ampliamente compensado por el incremento del 71,4% en el de producción y clientes.

La base de este importante crecimiento en el resultado se ha basado en un excepcional margen bruto, que ha crecido un 43,2%, y principalmente en el negocio de producción y clientes, que además aumenta en todas las áreas geográficas, con un incremento de los ingresos en un 27,2% y un coste por aprovisionamientos que solo lo hace en un 17,2%. En esto último han contribuido las menores compras a mejores precios debido a un claro crecimiento del volumen en la oferta y a una reducción de 33,1% de los aprovisionamientos en España, muy por debajo de los excepcionales costes del ejercicio anterior.

En la partida de tributos, la más controvertida desde el decretazo del Gobierno que gravó las ventas con 1,2%, ha crecido un 102,2%, llegando a los 1.179M€, de los que 216M€ corresponden a este nuevo gravamen

Evidentemente el incremento registrado de la inflación ha repercutido en el gasto operativo neto, que ha subido un 27,2%, hasta 1.464M€. En esta cifra, los gastos de personal han ascendido a 989,8M€, un 24,2% más, mientras que los servicios exteriores, 954,2M€, lo hicieron en un 22,2%.

En la partida de tributos, la más controvertida desde el decretazo del Gobierno que gravó las ventas con 1,2%, ha crecido un 102,2%, llegando a los 1.179M€, de los que 216M€ corresponden a este nuevo gravamen, siendo los negocios en España los que han nutrido el 60,3% del mismo.

Aún con esta repercusión de los tributos, la generación de resultado bruto de explotación (ebitda) en el trimestre ha sido excepcional, alcanzando los 4.064,5M€, lo que ha representado un 37,7% de incremento. Por áreas geográficas, el mayor crecimiento del ebitda se ha registrado en España, con un 107,5%; seguido de Reino Unido (54,9%); mientras en EEUU se redujo en un 2,9%. Cabe destacar que Galán, al estilo de Alejandro Lerroux, ha tenido encuentros con los mandatarios de estos países y de otros: por ejemplo, con el estadounidense Joe Biden, el australiano Anthony Albanese, el portugués António Costa, el brasileño Lula da Silva (a quien ahora Galán parece que ha puesto la alfombra roja en su visita oficial a España anunciando un acuerdo con el fondo soberano de Singapur, GIC, para la expansión de las redes de transporte de Brasil), el británico Rishi Sunak, el mexicano Andrés Manuel López Obrador (vendiendo demasiado bien la ‘huida’ de la eléctrica del país azteca), entre otros, pero sólo se ha reunido con Pedro Sánchez en el marco de una reunión con otros empresarios europeos hace casi mes y medio.

Galán ha resaltado los 10.400M€ de inversiones, un 9% mayores a las de hace un año. De estas, el 90% se han destinado al negocio de redes, y de este porcentaje, 4.800M€ han ido a proyectos en renovables, siendo la palanca impulsora del extraordinario resultado obtenido, y sin olvidar que el ingeniero salmantino insiste en las renovables como producto financiero. Además, dentro de las operaciones corporativas la venta del 60% del negocio en México supondrá un ingreso de 5.500M€.

La extraordinaria actividad inversora de la eléctrica ha incrementado aún más la elevada deuda financiera bruta, en concreto en un 7,26% y se sitúa en 49.207M€, con unos activos líquidos de 3.900M€, un 10,3% inferiores al primer trimestre del pasado ejercicio y un apalancamiento del 42,2% 

La extraordinaria actividad inversora de la eléctrica ha incrementado aún más la elevada deuda financiera bruta: en concreto en un 7,26% y se sitúa en 49.207M€, con unos activos líquidos de 3.900M€, un 10,3% inferiores al primer trimestre del pasado ejercicio y un apalancamiento del 42,2% (algo inferior al del 42,8% que tenía al cierre de 2022). Por su parte, la deuda financiera neta ha pasado de 40.527M€ a 44.191M€.

Con las cifras del primer trimestre presentadas, Galán ha dejado clara la aceleración del plan estratégico 2023-2025, para lo que ya ha hecho caja extra, gracias a: la venta del 60% del negocio mexicano, el 60% del aumento de la capacidad operativa o en construcción, así como la inversión en redes cubierta en el 100%. Además, tiene ya vendida el 95% de su capacidad de producción tanto a corto, como a medio y a largo plazo con contratos firmados o acuerdos de futuros.

Para acabar de redondear un día tan espléndido para la eléctrica, sería importante que el mercado acompañase a su cotización. Sin embargo, ha tenido descenso a lo largo de la mayor parte de la sesión o un ligerísimo alza que no ha llegado al 0,5%, y a la hora de cerrar este artículo sólo subía un 0,17%. Parece que teniendo en cuenta la situación económica actual, el mercado -y por tanto, los inversores- no confía en unos resultados tan espléndidos. Y esto sucede en vísperas de la Junta de Accionistas de la eléctrica, que tendrá lugar el viernes 28, y en la que, entre otros acuerdos, se vota la reelección de Galán por otros cuatro años.