Iberdrola será más norteamericana que española, esa es la principal conclusión que se saca de la presentación de su nuevo plan estratégico para los años 2023 y 2025 que ha tenido lugar en su Día del Inversor. Desde Londres, su presidente ejecutivo, Ignacio S. Galán, ha anunciado unas inversiones de 47.000 millones de euros, de las que el 47% se destinarán a EEUU, el 16% a Reino Unido y el 13% a España, principalmente.

Recuerden que a Galán le gusta mucho el mundo anglosajón y en los últimos años se ha llegado a rumorear que su sucesor se apellidará Smith. Ahora, tras nombrar CEO a Armando Martínez, que no será su sucesor, y el cese de Antonio Miguel Carmona (que han celebrado en Moncloa), insiste en que quiere un responsable de comunicación anglosajón… como si eso fuera a arreglar su problema de imagen, sobre todo, porque no conocería bien España, su principal lastre en estos momentos. Y a esto suma sus enfrentamientos con el Gobierno Sánchez, en especial con la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, porque sus medidas han desplomado el beneficio de la eléctrica en nuestro país. Además, Galán ha sido el primero de los líderes empresariales que se ha atrevido a hablar de falta de seguridad jurídica, la palabra maldita para los inversores.

Entre las redes, destaca el objetivo de que en 2025 los activos regulados (los cuales dependen en gran parte de las medidas que decidan los gobiernos) pasarán a tener la siguiente distribución geográfica: 41% en EEUU, 22% en Reino Unido, 21% en Brasil y 16% en España

Volvamos al Día del inversor de Iberdrola. De las inversiones de 47.000 millones, 27.000 millones se dedicarán a redes y 17.000 millones a renovables. Entre las redes, destaca el objetivo de que en 2025 los activos regulados (los cuales dependen en gran parte de las medidas que decidan los gobiernos) pasarán a tener la siguiente distribución geográfica: 41% en EEUU, 22% en Reino Unido, 21% en Brasil y 16% en España; alcanzando los 56.000 millones, un 44% más respecto a los cerca de 39.000 millones en los que espera cerrar este año. Respecto a las renovables, la gran apuesta de la eléctrica será la eólica marina, acaparando un 46% del total con proyectos en EEUU (26%), Reino Unido, Francia y Alemania; mientras que destinará un 25% a eólica terrestre y un 24% a solar fotovoltaica, por ejemplo, energías en las que sí habrá parte para España. Eso sí, Armando Martínez ha referido que hay algunos cuellos de botella en el negocio mundial de las renovables: los permisos, cuya tramitación se debe agilizar; y el tema de la cadena de suministro y los elementos críticos y sus precios, para lo que la eléctrica ya tiene asegurados el 100% de los que elementos que usarán sus turbinas de eólica marina y sus paneles solares, y el 50% de las turbinas de eólica terrestre y trabaja para que también llegue al porcentaje de las anteriores.

De cara a resultados, Iberdrola prevé aumentar su beneficio neto a entre 5.200 y 5.400 millones en 2025, frente a la horquilla de 4.000-4.200 millones que estima obtener este año. El beneficio bruto de explotación (Ebitda) pronostica que pasará de unos 13.000 millones a entre 16.500 y 17.000 millones, y ojo, porque aunque elevará sus inversiones notablemente en EEUU y en España sólo serán de 6.000 millones, nuestro país será el principal contribuyente de esta magnitud financiera: aportará el 31% del total, seguido de EEUU (24%), Hispanoamérica (20%), Reino Unido (18%), otros países de la UE (5%) y Australia y otros países (2%). Asimismo, reducirá el gasto operativo sobre el margen bruto del 26% al 24,4%, y no teme al aumento de la deuda porque el 75% está a tipo fijo y prevé un ratio de deuda neta sobre Ebitda de 3,4 veces, así como mantenerse “líder en bonos verdes”, como ha destacado el director financiero, José Sáinz Armada, e incluso un plan de rotación de activos y de venta de participaciones minoritarias en grandes proyectos renovables que podría alcanzar los 7.000-8.000 millones.

Galán señala que impacto del nuevo impuesto a las energéticas en la eléctrica será inferior al que ha estimado Endesa​​​​​​​ (unos 400 millones), aunque no ha dado una cifra. Y añade que es injusto porque “no hay beneficios extraordinarios en España” y que recurrirá a los tribunales si dicho impuesto se convierte en realidad

Y no sólo más inversiones y mejores resultados, también habrá más dividendo, manteniendo un pay out de entre el 65% y el 75%, con un suelo de entre 0,46 y 0,50 euros por acción, podría llegar a ser de entre 0,55 y 0,58 euros por acción. Algo que sin duda habrá alegrado mucho a los principales accionistas, es decir, al fondo soberano catarí QIA y al fondo de inversión estadounidense y colonizador del Ibex, BlackRock. Y por cierto, Galán ha anunciado que no prevén hacer ampliaciones de capital.

En el turno de preguntas de los analistas, el presidente ejecutivo ha señalado que el impacto del nuevo impuesto a las energéticas que les quiere imponer el Gobierno: en la eléctrica será inferior al que ha estimado Endesa (unos 400 millones), aunque no ha dado cifra. Y una vez más, ha señalado que es injusto porque “no hay beneficios extraordinarios en España” y que recurrirá a los tribunales si dicho impuesto se convierte en realidad.