Gestamp nota más la crisis del automóvil que CIE Automotive, lo que da una de cal y otra de arena a su primer accionista: Acek Desarrollo y Gestión Industrial, el holding de la familia Riberas. Y en el primero se han ralentizado los ingresos, se ha hundido el beneficio a la mitad y ha crecido la deuda. ¡Vaya primer trimestre!

El fabricante de componentes metálicos para el automóvil, controlado por los Riberas en un 75,023% a través de Acek, ha tenido unos ingresos de 2.983 millones de euros hasta marzo, frente a los 3.049 millones facturados hace un año. Una cifra que es relevante, pese a la falta de crecimiento del mercado en un contexto de crisis del sector de la automoción que está afectando a la mayoría de los grandes grupos, que son sus clientes, y sin olvidar el impacto negativo de las divisas. Eso sí, el descenso en los ingresos no es una buena noticia en ningún caso.

Eso sí, Gestamp ha mantenido el nivel de rentabilidad. Su resultado bruto de explotación (ebitda) se ha situado en 307 millones, excluyendo el impacto del Plan Phoenix, frente a los 331 millones de hace un año; y el margen ebitda se ha situado en el 10,3%. Recuerden que el citado plan tiene como fin la reestructuración del negocio de la región de NAFTA (la del Tratado de Libre Comercio de América del Norte), algo que es una prioridad estratégica porque seis de las 15 plantas de dicha zona tienen un rendimiento muy por debajo de la media del grupo, y el plan va evolucionando bien. Y el beneficio neto se ha hundido a la mitad (-50,9%), a 27 millones.

 

Claro que el flujo de caja libre ha mejorado, pero sigue estando en terreno negativo: de -131 millones a -74 millones, sin tener en cuenta el Plan Phoenix. Y la deuda neta se ha incrementado desde el cierre de 2024, pasando de 2.097 millones a 2.219 millones, y el ratio de deuda sobre ebitda se ha situado en 1,7 veces.

Gestamp ha mantenido sus previsiones anuales, “a pesar de un contexto de alta incertidumbre, volatilidad y un crecimiento limitado del mercado, en el que los volúmenes para 2025 son difíciles de predecir”, ha señalado su presidente ejecutivo, Francisco José Riberas Mera. ¿Los motivos? “Contamos con un modelo de negocio capaz de adaptarse al entorno y un plan de ejecución activo para preservar nuestra fortaleza financiera y mitigar los impactos del entorno”, ha detallado. Además, contribuye su estrategia de diversificación triple (geografías, clientes y productos), así como las iniciativas a corto plazo puestas en marcha y que incluyen un plan de control de costes y medidas de flexibilidad.

 

En paralelo, horas antes de dar a conocer las cifras trimestrales, se ha celebrado la Junta de Accionistas, donde estos últimos han avalado los primeros moldes de la sucesión: el nombramiento de Patricia Riberas López, hija de FranciscoJosé, como consejera ejecutiva. Y a los inversores también les ha gustado la decisión, pues la cotización ha subido un 2,49%. También se ha reelegido a varios consejeros (incluidos el propio Francisco José y su hermano Juan María -Jon-), aunque no ha sucedido lo mismo con Gonzalo Urqujo, CEO de Talgo, que dejará su silla como consejero externo este año. Además, se ha aprobado un dividendo complementario correspondiente a 2024 el próximo julio de 0,0511 euros brutos por acción, así como la Política de Remuneraciones de los consejeros y el Incentivo a Largo Plazo (ILP) aplicable a la nueva consejera ejecutiva, Patricia Riberas López.