Europa reducirá el consumo de gas un 15% entre el 1 de agosto y el próximo 31 de marzo ante el “chantaje energético de Putin”, en palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Sin embargo, no será para los 27 Estados miembros igual, pues podrán elegir las medidas para hacerlo y habrá excepciones: por ejemplo, para España, donde la reducción será del 7-8%, según ha anunciado la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera.

El Consejo extraordinario de ministros de Energía de la UE así lo ha acordado, aceptando parte de lo que quería la Comisión Europea, y también permitirá que el Consejo Europeo pueda activar una ‘alerta de la Unión’ a propuesta de Bruselas. Las excepciones a la reducción del consumo tienen en cuenta a los Estados miembros que no están interconectados con las redes europeas, o tienen infraestructura de gas natural licuado (GNL) que utilizan para redirigir gas a otros estados, como hace España: de hecho, reexporta el 20% del GNL que importa, según ha señalado Ribera, y por cierto, no hay que olvidar que le cuesta más del doble que el gas que le llega por gasoducto. Además, los Estados miembros pueden pedir una excepción si han superado el objetivo de llenado de almacenamiento de gas (80% antes del invierno), si dependen del gas como materia prima para industria críticas o si su consumo ha crecido al menos un 8% en el último año frente a la media de los últimos cinco.

“La UE es unida y solidaria. La decisión de hoy ha demostrado claramente que los estados miembros se mantendrán firmes contra cualquier intento ruso de dividir la UE utilizando los suministros de energía como arma”, ha afirmado Jozef Síkela, ministro de Industria y Comercio de la República Checa (país que actualmente ostenta la presidencia temporal del Consejo de la UE). “Sin duda, la adopción de la propuesta de reducción de gas en un tiempo récord ha fortalecido nuestra seguridad energética común. Ahorrar gasolina ahora mejorará la preparación. El invierno será mucho más barato y fácil para los ciudadanos y la industria de la UE”, ha añadido. Por su parte, Anna Moskwa, ministra de Clima y Medio Ambiente de Polonia, llegaba al Consejo extraordinario con sus homólogos, subrayando que “solidaridad también es libertad”.

Conviene tener en cuenta que el acuerdo se ha logrado después de que el precio del gas haya subido un 10% este martes. Esa ha sido la reacción ante el anuncio por parte de la gasista rusa Gazprom de una nueva reducción (en esta ocasión del 20%, hasta 33 millones de metros cúbicos) en el flujo del gasoducto Nord Stream 1... por el estado técnico de una turbina a partir del día 27, cuando acaba de estar haciendo labores de mantenimiento durante once días. Eso sí, el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, ha señalado que “Rusia es un suministrador de gas responsable y no importa lo que se diga. Rusia era, es y sigue siendo un país que garantiza en gran medida la seguridad energética de Europa”. Y esto ocurre un día más tarde de que Siemens Energy, fabricante de la turbina que se había enviado a reparar a Canadá, dijera que está lista para ser entregada, pero Gazprom no ha suministrado la documentación necesaria para que pueda pasar la aduana.