Estadística recuerda que no todas las ejecuciones de hipoteca terminan con el lanzamiento (desahucio) de sus propietarios
En Hispanidad hemos ido narrando el panorama inmobiliario que nos evoca a una posible y cercana crisis inmobiliaria, con caídas en la compraventa de viviendas, debido a los altos tipos de interés y a la subida del precio de los pisos. Aunque los portales inmobiliarios explican que estas caídas en las compraventas se deben al "efecto escalón" al comparar las cifras con respecto a un año de alta actividad como fue 2022.
La pasada semana se publicaron los datos de compraventa de viviendas correspondientes a 2023, con una caída del 9,7%, y los datos correspondientes a las firmas de hipotecas del mismo mes, que muestra un descenso de casi el 17,8% en las transacciones. Es decir, la compraventa baja, pero cae aún más la firma de hipotecas, casi el doble, y el precio del metro cuadrado crece, es decir, el mercado enfrenta una nueva crisis inmobiliaria, pero con un nuevo 'jugador': la inversión extranjera, que está colonizando el mercado.
Hoy miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE) difunde los datos correspondientes a las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales, que bajan un 21% en 2023, situándose en 9.248, cifra que es la menor desde 2020 y cuyo descenso es mucho más pronunciado que el que se registró en 2022 (-3,7%).
Esta bajada supone dos años de retrocesos y el fin de años consecutivos de aumentos de dos dígitos, cuando en 2021 y 2020 las ejecuciones hipotecarias se dispararan un 60,3% y un 41,6%, respectivamente. Aunque durante el cuarto trimestre de 2023 se registraron 2.287 ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales, un 32,9% más que en el trimestre anterior, pero un 24,8% menos que en el cuarto trimestre de 2022.
Estadística recuerda que no todas las ejecuciones de hipoteca terminan con el lanzamiento (desahucio) de sus propietarios. En 2023 se iniciaron 19.270 ejecuciones hipotecarias, un 26,7% menos que en igual periodo de 2022. De ellas, 18.397 afectaron a fincas urbanas (donde se incluyen las viviendas) y 837 a fincas rústicas.
Las ejecuciones hipotecarias sobre fincas urbanas bajaron un 26,4% interanual. Dentro de las fincas urbanas, 13.053 ejecuciones correspondieron a viviendas, un 23,8% menos que en 2022 y de ellas 11.285 eran ejecuciones sobre viviendas de personas físicas, cifra un 21,3% inferior a la de 2022. Por su parte, las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas de personas júridicas disminuyeron un 36,6% el año pasado, hasta las 1.768.