
Dentro de la crisis mundial que vive el sector del automóvil, la rebaja de previsiones empieza a ser una noticia habitual entre los fabricantes de vehículos y de componentes, pero ahora también se suman asociaciones del sector. Así ha sucedido con Sernauto (asociación que agrupa a los proveedores de automoción en nuestro país), que trae malas noticias, porque no sólo ha rebajado sus previsiones de ingresos para este año, sino que ha advertido que se perderán más de 3.200 empleos directos e indirectos.

Lo ha hecho en la primera reunión de su Junta Directiva bajo el mandato de Javier Pujol, quien asumió la presidencia de Sernauto el pasado 1 de julio, relevando a Francisco José Riberas, CEO de Gestamp. Pujol es CEO de Ficosa, un proveedor dedicado a investigar, desarrollar, fabricar y vender sistemas avanzados de visión, seguridad, conectividad y eficiencia para los sectores de automoción y movilidad. Ficosa surgió en nuestro país en 1949, de la mano de José María Pujol y su yerno, José María Tarragó, y como suele suceder en muchas empresas familiares, los problemas llegaron con la sucesión al morir Tarragó en 2009 y cuando la rama Pujol aumentó su peso en la gestión con el despido de José María Tarragó hijo en 2011, tema que acabó en los tribunales. Ante los problemas familiares y la necesidad de un socio, en 2015, los Pujol encontraron la forma de que los Tarragó dejarán su 44% de Ficosa: la Generalitat de Cataluña se hizo con el 20%, el fabricante japonés de productos electrónicos Panasonic pasó a controlar el 49% y los Pujol se quedaron un 31%. Eso sí, Panasonic elevó su participación al 69% dos años más tarde, convirtiendo a Ficosa en una subsidiaria consolidada.
Volvamos a Sernauto y a su rebaja de previsiones. La Junta Directiva ha señalado que la facturación de este año bajará cerca de un 2% respecto a 2024. Recuerden que el año pasado su facturación se situó en 41.238 millones de euros, lo que supuso un leve descenso del 0,7% y la entrada en una fase de ralentización, tras los crecimientos de 2023 (+10,3%) y 2022 (+17,8%). Anteriormente, Sernauto estimaba cerrar este año con estancamiento de ingresos, pero la menor demanda en Europa y China, la caída de la producción y la incertidumbre, le ha llevado a ajustar su previsión y apuntar a una bajada cercana al 2%. Eso sí, el peor pronóstico de la asociación de proveedores de automoción se da en el empleo, que descenderá un 1%. Teniendo en cuenta que genera más de 325.000 empleos directos e indirectos, se perderán más de 3.200. Y todo esto mientras el sector en España sigue preocupado no sólo por la crisis mundial que vive, sino por el absentismo laboral, mientras la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, prefiere mirar para otro lado e insistir en la reducción de jornada que varios partidos (PP, Vox y Junts) impiden que salga adelante, por ahora.
Javier Pujol, presidente de Sernauto y CEO de Ficosa, ha subrayado que “en España tenemos una industria de automoción puntera que no podemos perder, somos el noveno productor mundial, fruto, entre otras razones, de que contamos con una sólida industria de componentes. Estamos hablando de empleos estables y de calidad repartidos por toda la geografía española”. Ante la rebaja de previsiones, ha destacado que “es el momento de apoyar un sector innovador y competitivo que garantiza el progreso y el bienestar social en nuestro país si no queremos perder todo lo conseguido durante décadas”. “Ante la inacción de las instituciones europeas”, considera que “en España debemos apoyar a los proveedores de automoción para que sigan haciendo innovación en nuestro país”, ha añadido. Por ello, desde la Junta Directiva de Sernauto se reclama al Gobierno la urgente necesidad de poner en marcha el Plan Auto 2030, que impulsa la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) con apoyo del Ministerio de Industria, con medidas firmes y concretas para apoyar la industria de Automoción en estos momentos tan críticos. Una urgencia en actuar que ya reclamó Francisco José Riberas en su despedida de la presidencia de Sernauto hace unos meses.
Semanas atrás, Pujol refirió que los proveedores de automoción (Gestamp, CIE Automotive, Antolin, Teknia, Ficosa, Forvia, Bosch, Continental, Michelin, Celsa, Siemens, entre otros muchos) necesitan con urgencia un marco estable, predecible y favorable que les permita seguir siendo motor de empleo, innovación y competitividad. En concreto, medidas concretas y objetivos claros, poniendo en marcha un plan industrial sólido y a largo plazo que sitúe a España como un destino atractivo para la inversión, garantice la autonomía estratégica de Europa y fortalezca toda la cadena de valor de la automoción. Por ello, Pujol considera necesario contar con un marco regulatorio justo y ordenado, que garantice la neutralidad tecnológica, permitiendo que convivan distintas soluciones en el camino hacia la descarbonización, y dote a las empresas del sector de mecanismos de financiación para acometer con éxito la transición. Además, ve esencial que se pongan en marcha incentivos fiscales que impulsen la I+D+i, que aseguren la competitividad y consoliden el liderazgo internacional del sector; al tiempo que se fomente la demanda de vehículos y la renovación del parque automovilístico.












