Colonial ha sido la primera empresa que ha señalado que se podría plantear la vuelta de su sede a Cataluña, pero ojo, cuando vea la letra pequeña del acuerdo entre PSOE y Junts. “Cuando salga el plan lo estudiaremos atentamente”, ha señalado su presidente, Juan José Brugera, en rueda de prensa en la tarde del jueves 9 tras el cierre de mercado, donde también informaron de los resultados de los nueve primeros meses.

Esto no es decir mucho, pero es la primera respuesta de una empresa, tras el pacto alcanzado entre PSOE y Junts, en el que se recoge que “se abordarán los elementos esenciales de un plan para facilitar y promover el regreso a Cataluña de la sede social de las empresas que cambiaron su ubicación a otros territorios en los últimos años”. Recuerden que Colonial decidió mudar su sede de Barcelona a Madrid en octubre de 2017… y si al final vuelve a Cataluña, podría crear precedente para otras muchas empresas que trasladaron sus sedes a otras regiones. Eso sí, a nivel de negocio, el CEO y vicepresidente de la socimi, Pere Viñolas, ha señalado que “Barcelona pesa muy poco en nuestra cartera” (alrededor de un 10%), pues se ha apostado mucho más por crecer en París y Madrid.

El pacto alcanzado entre PSOE y Junts recoge que “se abordarán los elementos esenciales de un plan para facilitar y promover el regreso a Cataluña de la sede social de las empresas que cambiaron su ubicación a otros territorios en los últimos años”, en concreto desde octubre de 2017

La reacción del mercado -y por tanto de los inversores- este viernes no ha sido buena, tras las palabras de Brugera y Viñolas, y conocerse los últimos resultados de la socimi: la cotización baja un 3%, con un Ibex que se mueve ligeramente en color rojo (-0,23%). Un pequeño disgusto para los principales accionistas de la socimi: QIA, el fondo soberano de Catar, con un 19,028%; y el ingeniero mexicano Carlos Fernández González, a través de su sociedad inversora Finaccess, con un 14,831%. Recuerden que Finaccess es es dueña de AmRest, la cadena de restauración que posee varias marcas propias (La Tagliatella, Bacoa, Sushi Shop y Blue Frog) y opera otras franquicias; y que es también primer accionista de Restaurant Brands New Zealand (el dueño y operador de franquicias de las marcas Carls’s Jr, KFC, Pizza Hut y Taco Bell en Nueva Zelanda). Tras QIA y Fernández González, en el accionariado de Colonial, a bastante distancia están: con un 7,375% la familia catalana Puig, dueña de la famosa perfumería del mismo nombre; con un 7,09% Águila, grupo inversor del colombiano Alejandro Santo Domingo; con un 4,239% el banco francés Crédit Agricole; con un 4,287% DIC Holding, compañía con sede en Catar; con un 3,929% el fondo BlackRock; y con un 3,016% Corporación Financiera Alba, el grupo de inversión de la familia March.

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Vayamos a los resultados. Colonial ha tenido unas pérdidas netas de 299 millones de euros hasta septiembre, debido a la reducción de 525 millones de la valoración de los activos y las provisiones. Por ello, ha preferido destacar el beneficio neto recurrente, que ha crecido un 8%, a 129 millones, y también el resultado neto recurrente de operaciones continuadas -sin incluir el impacto de la desinversión de activos-, que ha aumentado un 19%. Y el resultado bruto de explotación (ebitda) ha ascendido a 232 millones, lo que supone un 13% más que hace un año.

Los analistas subrayan que el endeudamiento (que es elevado en el entorno actual de tipos) sigue siendo uno de los focos de atención y preocupación del mercado por lo que la venta de activos tiene especial relevancia

Por su parte, los ingresos por rentas se han incrementado un 7%, alcanzando los 279 millones, a pesar de las desinversiones realizadas: ha vendido activos por 101 millones, por ejemplo, en el tercer trimestre, según han destacado los analistas del Banco Sabadell, y aunque lo han hecho con una prima del 12% sobre la tasación, algo que ven positivo pero como el tamaño es muy reduccido (<1% del total) no tiene un impacto relevante. Brugera ha señalado que hasta septiembre la socimi ha firmado contratos de alquiler sobre 113.000 metros cuadrados (-17%), aunque estos han permitido alcanzar unos niveles de ocupación “históricamente altos” (del 100% en París -donde opera a través de su filial Société Foncière Lyonnaise, SFL-, del 97% en Madrid y del 86% en Barcelona). Viñolas ha subrayado que los contratos firmados hasta ahora “apuntan a otro año récord” y que se da la paradoja de que un momento en que el papel de las oficinas es más cuestionado es el que tiene más demanda, eso sí, anticipa una nueva caída del valor de las mismas.

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Los analistas del Banco Sabadell también han destacado que la deuda financiera neta ha subido ligeramente en 77 millones respecto a la del cierre del primer semestre, principalmente por el pago del dividendo. En comparación con la del cierre de septiembre del año pasado, la deuda ha bajado en 241 millones, aunque con un LTV (porcentaje de financiación más alto), -130 puntos básicos superior, alcanzando el 39,1%-, tras la rebaja de valor de los activos vista en los últimos 12 meses. Estos analistas han subrayado que el endeudamiento (que es elevado en el entorno actual de tipos) sigue siendo uno de los focos de atención y preocupación del mercado por lo que la venta de activos tiene especial relevancia. Además, han referido que desde hace ya más de un año existe una clara “desconexión” entre la evolución operativa de la compañía y lo que descuenta el mercado, y que la evolución de la cotización podría seguir moviéndose en función de parámetros macroeconómicos (PIB, inflación y, sobre todo, tipos de interés).