No sólo en el sector automovilístico se están dando cambios en las cúpulas de muchos fabricantes (las marcas SEAT y Cupra, y los grupos Stellantis, Renault y BMW), sino también en el de las petroleras, con un precio del barril de Brent que ha oscilado desde el pasado día 10 entre bajadas y subidas (ahora está cerca de 60 dólares) por el bloqueo de Donald Trump a buques en Venezuela. Y es que la petrolera británica BP ha anunciado cambio en la silla de CEO, pero el mercado no ha reaccionado (su cotización se sitúa en el -0,23%) al movimiento de fichar en la australiana Woodside a la ingeniera estadounidense Meg O’Neill para relevar al canadiense Murray Auchincloss dentro de unos meses.
El relevo no parece una cuestión de edad. O’Neill nació en 1970 o 1971, según Wikipedia, por lo que tiene 55 o 54 años; y Auchincloss cumplió 55 el pasado septiembre. Este último ha señalado que después de más de tres décadas en BP “es el momento adecuado para ceder el liderazgo a un nuevo líder”. Asimismo, ha recordado que con la llegada de Albert Manifold a la presidencia de BP el pasado 1 de octubre, sustituyendo a Helge Lund, había mostrado su disposición a dimitir si se identificaba un líder adecuado que pudiera acelerar la ejecución de la estrategia de BP. Auchincloss se convirtió en CEO de la petrolera británica en enero de 2024, tras haberlo sido de forma interina desde el 13 de septiembre de 2013, para cubrir la dimisión del irlandés Bernard Looney por “las relaciones personales no declaradas con colegas de trabajo”, según informó la compañía en aquel momento. Por cierto, Auchincloss mantenía una relación con una colega, según The Times, pero desde BP se señaló que la relación no representaba una infracción del código de conducta y que se había informado completa y adecuadamente sobre la misma. Por ahora, Carol Howle, actual vicepresidenta ejecutiva de suministro, comercio y envíos de BP, será la consejera delegada interina hasta que O’Neill se incorpore el próximo 1 de abril. Auchincloss se mantendrá como asesor hasta diciembre de 2026 para garantizar una transición fluida.
Es la primera vez que BP opta por el talento externo, en vez de por la promoción interna, para su cúpula. Con el cambio, busca simplificar la compañía, reforzar la disciplina financiera y elevar la rentabilidad, después de cerrar los nueve primeros meses del año con menores ingresos (125.650 millones de euros, un 1,2%), más beneficio neto (3.017 millones, un 48,6% más) y más deuda (22.607 millones, un 7,4% más). El mercado considera que el nombramiento también supone un paso más en el giro hacia su negocio principal de petróleo y gas, en pleno reflujo de las energías renovables y en un contexto de presión de inversores activistas (sobre todo, del fondo Elliott, dueño del 5% del capital) y de revisión estratégica impulsada por el presidente Manifold. Además, O’Neill no sólo será la primera mujer que ocupa el cargo de consejera delegada en BP a partir del próximo 1 de abril, sino también la primera mujer al frente de una de las grandes petroleras del mundo y líder en queroseno (el combustible usado principalmente en aviación). Y por cierto, con sus presiones, Elliott logró que el pasado 1 de junio, la directora de Estrategia de BP y principal artífice de la desafortunada entrada en las energías renovables, Giulia Chierchia, dejara su cargo.
O’Neill nació en Boulder, en el estado de Colorado (EEUU), y estudió ingeniería química e ingeniería oceánica, como se puede ver en su perfil de LinkedIn. Trabajó durante una larga época (nada más y nada menos qque 23 años) en la petrolera estadounidense ExxonMobil que duró hasta marzo de 2018, dos meses después se unió a la australiana Woodside Energy, la cual pasó a liderar en abril de 2021 y entre otras tareas, ha dirigido la fusión con el negocio petrolero de BHP. Está casada con una mujer, Vicky Hayes, y tiene una hija adolescente. “BP desempeña un papel fundamental en el suministro de energía a clientes de todo el mundo. Es un honor para mí ser la próxima CEO de la compañía”, ha señalado O’Neill. Por su parte, Albert Manifold, presidente de la petrolera británica, ha destacado que “su trayectoria demostrada impulsando la transformación, el crecimiento y una asignación disciplinada de capital la convierte en la líder ideal para BP”.
No hay que perder de vista que el pasado mayo, el mercado se tomó más en serio la posible compra de BP por Shell... A día de hoy no ha habido novedades al respecto... y todo se ha quedado en un rumor.
En España, BP es el tercer operador de estaciones de servicio en España, tras Repsol y Moeve (antes Cepsa), y por delante de Galp. En nuestro país, su presidenta es Olvido Moraleda, que también preside la Asociación de la Industria del Combustible de España (AICE), el nuevo nombre que adoptó la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP). Y la petrolera británica tiene importantes alianzas con la eléctrica Iberdrola (la sociedad Iberdrola | bp pulse, que comparten al 50% para desplegar infraestructura de recarga pública rápida y ultrarrápida para vehículos eléctricos en España y Portugal, y a la que se ha incorporado el hijo pequeño e ingeniero de Ignacio S. Galán, Pablo Sánchez-Galán y García-Tabernero, el pasado septiembre) y los supermercados DIA.













