La británica BP y la mexicana Pemex también han visto reducirse sus ingresos en el primer semestre, debido al abaratamiento del crudo (que aún costará menos tras el último anuncio de mayor producción por parte de la OPEP+) y los menores márgenes de refino, pero se han convertido dos excepciones entre las principales petroleras del mundo al lograr aumentar sus beneficios. De hecho, la cotización de BP se ha movido (sube un 2,2%), tras haber dado a conocer sus resultados… y también después de anunciar su mayor descubrimiento de petróleo y gas en 25 años frente a la costa de Brasil.

Ni siquiera la petrolera saudí, y la más grande del mundo, Aramco, se ha librado del contexto del sector. Y este último también ha repercutido en bajadas en las magnitudes financieras de Repsol, Moeve (antes Cepsa), la francesa TotalEnergies, la italiana Eni, la anglo-neerlandesa Shell, así como las estadounidenses ExxonMobil y Chevron. Eso sí, la noruega Equinor (antigua Statoil) sí que ha conseguido elevar sus ingresos un 8,7%. Claro que, independientemente de los resultados, algunas petroleras han elevado sus dividendos y sus recompras de acciones, como TotalEnergies, Equinor, Eni, Shell, BP y Aramco.

Empecemos por las excepciones. BP ha visto reducirse sus ingresos un 2,7%, a 82.857 millones de euros. Sin embargo, el beneficio antes de impuestos se ha incrementado un 2,1%, a 5.214 millones; y el beneficio neto ha crecido un 8,5%, a 2.008 millones. A pesar del ligero alza de la deuda neta (+1,15%), hasta 22.566 millones, la petrolera británica que dirige Murray Auchincloss ha anunciado que subirá el dividendo y que aumentará la recompra de acciones del segundo trimestre en 650 millones.

Petróleos Mexicanos (Pemex) ha reducido sus ingresos a 36.404 millones (-3,5%) por la menor producción de hidrocarburos líquidos y de gas natural. Por su parte, el beneficio operativo se ha duplicado, alcanzando los 2.427 millones; y el resultado neto ha pasado de unas pérdidas de 12.423 millones a un beneficio de 748 millones por la menor carga fiscal. La petrolera estatal mexicana podrá aliviar algo su elevada deuda (que se ha situado en 86.650 millones), pues la Hacienda mexicana colocará bonos mediante una emisión que estará entre 6.066 y 8.665 millones. Eso sí, el aumento de sus emisiones de gases de efecto invernadero podría complicar la refinanciación por parte de los acreedores que tienen estrictos criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).

Dejando a un lado las excepciones en lo que a beneficio se refiere, toca mencionar la que se ha visto en Equinor (antes Statoil) respecto a la evolución de ingresos. La petrolera noruega ha logrado facturar 47.008 millones, un 8,7% más, aunque su beneficio ha bajado un 13%, a 3.362 millones, por el impacto de cambios regulatorios y de la pérdida de sinergias de un proyecto eólico marino en EEUU y la mayor exposición a los aranceles.

En el caso de las que tienen su sede en España, no ha habido excepciones. Repsol ha reducido sus ventas a 27.733 millones y ha registrado caídas de ebitda (-35,7%, a 3.078 millones) y de resultado neto (-62,9%, a 603 millones), por el abaratamiento del crudo y el impacto del apagón del pasado 28 de abril. Esto último también se ha notado en las cifras de Moeve (antes Cepsa), cuyo ebitda ha caído un 33%, a 733 millones; y el resultado neto ha descendido un 19%, a 324 millones.

Fuera de nuestras fronteras, TotalEnergies ha ingresado 88.210 millones (-8,3%), pese a la mayor producción de petróleo y de electricidad; y ha ganado 6.759 millones (-21,9%). Eso sí, abonará un segundo dividendo a cuenta y ha anunciado una recompra de acciones por 1.733 millones para el tercer trimestre.

Eni ha tenido unos ingresos de 42.086 millones, un 9% menos; y el beneficio ajustado ha bajado un 18%, a 2.546 millones; y el beneficio neto se ha situado en 1.715 millones (-8%) por el crudo barato. A pesar de estos descensos, la petrolera italiana que dirige Claudio Descalzi ha anunciado que elevará el dividendo a 1,05 euros y ha confirmado una recompra de acciones de, al menos, 1.500 millones.

Shell ha ingresado 117.031 millones, un 8,4% menos, y en parte, se debe al impacto de un impuesto en Reino Unido de 1.043 millones. Su beneficio neto ha bajado un 22,9%, a 7.285 millones, por los menores márgenes de venta y de refino, así como los precios más bajos del petróleo. Y la deuda ha subido a 37.564 millones… aunque eso no ha impedido que anuncie una nueva recompra de acciones para el tercer trimestre por 3.042 millones. Además, Shell ha cerrado la venta de su participación del 16,125% en Colonial Enterprises a una filial del fondo Brookfield, para concentrarse en áreas donde tiene escala y ventaja competitiva. 

Desde el otro lado del océano Atlántico, las estadounidenses ExxonMobil y Chevron no han tenido alegrías en sus resultados. La primera ha ingresado 128.281 millones (-6,5%) y ha ganado 12.943 millones (-15,3%). Y en el caso de Chevron, los ingresos se han situado en 80.862 millones (-7,5%), pese a producción récord, y el beneficio ha caído un 39,7%, a 5.240 millones, por el impacto extraordinario de la compra de Hess.

En el conjunto del primer semestre, el dividendo base de Aramco ha ascendido a 36.540 millones (+4,2%) y el dividendo por rendimiento se ha hundido un 98%, hasta 378 millones. Conviene recordar que el 97,6% de su capital está controlado por el Gobierno saudí y otras instituciones públicas

Y en toda esta tanda de cifras, este martes no sólo se han conocido los de BP sino también los de la saudí Aramco, que es la más grande del mundo... y no ha escapado del contexto a la baja en el sector por el abaratamiento del crudo y los menores márgenes de refino. La petrolera de Arabia Saudí ha ingresado 192.816 millones, un 7,9% menos; y el beneficio neto ha bajado un 13,5%, a 36.540 millones, pese a menores gastos operativos. Tras conocerse estas cifras, Aramco ha declarado un dividendo base de 18.271 millones en el segundo trimestre, un 4,2% más que hace un año, pero recorta la distribución de vinculada al desempeño a 189 millones (-98%); y en el conjunto del primer semestre, el dividendo base ha ascendido a 36.540 millones (+4,2%) y el dividendo por rendimiento se ha hundido un 98%, hasta 378 millones de euros. Conviene recordar que el 97,6% de su capital está controlado por el Gobierno saudí y otras instituciones públicas. 

Dentro de unos días se conocerán los resultados semestrales de la brasileña Petrobras, por lo que habrá que esperar para ver si se ha comportado como la mayoría o ha sido una excepción.