Alstom ha pisado el acelerador en su último ejercicio fiscal (1 de abril de 2024 a 31 de marzo de 2025). Y es que no sólo ha vuelto a beneficio, tras más ingresos y menos gastos, sino que también ha reducido deuda. Así, el mercado aplaude: su cotización sube más de un 2%.
El fabricante ferroviario francés ya digiere su fusión con Bombardier, como se vio en su primer semestre fiscal (abril a septiembre), y parece que quedan atrás los 1.500 despidos que anunció en noviembre de 2023 para su plantilla mundial. Asimismo, ha sacado provecho, sobre todo, de su negocio de fabricación de trenes ( ). En todo caso, muy buenas noticias para España, donde emplea a más de 3.000 personas repartidas entre: una fábrica de producción de trenes en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona), dos centros industriales de componentes -situados en Trápaga (Vizcaya) y Pinto (Madrid)-, cuatro grandes centros de innovación e ingeniería, así como varios centros de servicios de mantenimiento y oficinas.
En su último ejercicio fiscal, Alstom ha aumentado su facturación a 18.489 millones, lo que supone un 4,9% en términos reportados y un 6,6% más en términos orgánicos. En esto ha contribuido no sólo la mayor actividad, en especial de fabricación de trenes, sino a la venta de productos que repercuten más positivamente en la rentabilidad; y además, está la apuesta por los negocios de Servicios y Señalización. Los pedidos han crecido un 4,7%, a 19.845 millones, gracias al fuerte impulso en Europa, sobre todo en Alemania y Francia.
La deuda neta se ha reducido notablemente, pasando de 2.994 millones a 434 millones en un año
Más ingresos y menores gastos no operativos. Así, el resultado de explotación ajustado ha aumentado un 18,1%, a 1.177 millones; y el margen de explotación ajustado ha pasado del 5,7% al 6,4%. El resultado neto ajustado (sin contar los elementos no recurrentes) ha pasado de unas pérdidas de 498 millones a un beneficio de 44 millones. Además, el flujo de caja libre también ha pasado de terreno negativo (-557 millones) a positivo (502 millones); y la deuda neta se ha reducido notablemente, pasando de 2.994 millones a 434 millones.
Algunos de sus productos en España, se pueden ver en: trenes de alta velocidad (para Renfe hace años, pero también para el operador francés SNCF y su filial low cost Ouigo); el Metro de Barcelona, Madrid y Málaga, el tren automático (APM) del aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas. Además, entre sus proyectos, hay trenes de gran capacidad para los Cercanías de Renfe.