“Mi lista… porque es la ganadora”. Esas palabras definen la estrategia de la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría. Y como es ganadora, no hace falta ni debate, ni tan siquiera doble vuelta.

Ahora bien, la directora de campaña de Soraya, su inseparable María Pico, más conocida como “Caracoles”, es consciente de que su contrincante, Pablo Casado, quizás por su juventud, se ha convertido en el icono de la renovación, de la regeneración, un papel que Soraya, seis años al lado de Mariano Rajoy en Moncloa, no puede exhibir. Además, Soraya tiene 47 años mientras Casado está en los 37.

Pablo Casado insiste: está sufriendo presiones. Quiere segunda vuelta y quiere debate

Pero el argumento ciertamente, como ganador de la moción de censura, también Pedro Sánchez posee más legalidad que legitimidad. En el caso de Soraya, no es lo mismo ganar por la mínima con seis candidatos que ganar en segunda vuelta (para eso se hicieron las segundas vueltas) a un segundo que, por cierto, tiene el apoyo del resto de los candidatos.

Soraya asegura que su lista es la ganadora… pero por la mínima y con seis candidatos, no con dos

La clave sigue siendo Cospedal. Asegura Pablo Casado que está sufrieron muchas presiones. La más importante, es la del presidente saliente –so no ha dicho Casado, sobre él mismo y sobre Cospedal para que dejen el camino libre a su Soraya-. Y no sólo Rajoy, sino también Celia Villalobos, Pedro Arriola, Javier Arenas, Martínez Maíllo.

En cualquier caso, Casado ya habla de presiones y eso no es bueno para la credibilidad del PP.

Pero la larga mano de Mariano continúa apoyando a Soraya y presionando a Cospedal hacia la neutralidad

No nos engañemos. Todo depende de Cospedal, que también debe resistir las presiones de Rajoy. Un apoyo suyo claro a Casado podría resultar definitivo. Porque el mensaje de los marginalistas y de la propia Soraya (unidad, unidad pero siempre que mande yo) empieza a resultar un poco de coña.