Hispanidad se hizo eco de la censura que ejecutó la red social Twitter contra el sacerdote español Juan Manuel Góngora, por evangelizar en la red social. Aunque luego volvió a activar su cuenta.

Asimismo, Twitter también censuró la cuenta de la platafoma 'Más plurales', que defiende la libertad de lo padres para eduacr a sus hijos segñun sus convicciones, contra la Ley Celaá del Gobierno social-comunista de España. Aunque luego volvió a activar su cuenta.

Twitter -que también suspendió la cuenta del anterior presidente de EEUU, Donald Trump-, es también la red social de Jack Dorsey, a quien el senador republicano Ted Cruz le espetó aquello de "¿quién le ha dado poder para decidir qué es lo que los norteamericanos pueden decir o lo que no pueden decir?", como recogió también Hispanidad.

Pues bien: esta red social, tan aficionada a censurar a los que no piensan como ella, ha sido demandada en EEUU, concretamente en California, por una joven y su madre que la acusan de no haber eliminado material pornográfico de cuando la joven fue chantajeada por unos delincuentes sexuales -tenía 13 años-, a pesar de las reiteradas solicitudes para que lo hiciera, recoge Infocatólica de Kath.net.

En 2019, los vídeos aparecieron en Twitter en dos cuentas relevantes que se utilizaron para intercambiar pornografía infantil. En los meses siguientes, Twitter se enteró de los vídeos al menos tres veces. Según las demandantes, la empresa no hizo nada al respecto hasta que un policía se hizo cargo del asunto.

Twitter se enteró de los vídeos al menos tres veces. Según las demandantes, la empresa no hizo nada al respecto hasta que un policía se hizo cargo del asunto

La joven se enteró de los vídeos en enero de 2020 y le pidió a Twitter que los eliminara. Un empleado de Twitter le pidió una identificación para asegurarse de que era la persona en cuestión. Después de cumplir con esta solicitud, no tuvo noticias de Twitter durante una semana, explica Infocatólica.

Mientras tanto, su madre se había quejado a Twitter dos veces. Tampoco recibió respuesta durante una semana. El 28 de enero de dicho año, la compañía anunció a la joven que no eliminaría los videos porque no violaban las normas de dicha red social (sic).

La protesta contra dicha decisión no tuvo efecto. Fue entonces cuando la madre entró en contacto con un miembro del Departamento de Seguridad Nacional. Tras su intervención, Twitter borró los videos y notificó a las autoridades,

Twitter respondió a una petición de explicaciones por parte del New York Post sin entrar en el caso específico, con una referencia general a su política de tolerancia cero sobre la pornografía infantil. Dijeron que la compañía está luchando contra el abuso sexual infantil y ha invertido mucho en tecnología y herramientas para hacer cumplir esta política. «Los empleados harían todo lo posible para eliminar contenido, iniciar investigaciones y proteger a los menores», escribió un portavoz de Twitter en un comunicado, recoge Infocatólica.

Por cierto que, con el nuevo algoritmo del moralista Google, tres de las cinco páginas más favorecidas en España en valores relativos durante el 2020 son pornográficas, según recogió Hispanidad.