• Las agresivas campañas de Jazztel están dando buenos resultados.
  • El problema es qué tipo de cliente está captando.
  • Porque, de momento, la ganancia de usuarios no se ha trasladado a la cuenta de resultados.
Lautent Paillassot (en la imagen) fue nombrado Ceo de Orange España con un objetivo: sacar a bolsa la filial española para captar liquidez de cara a la fusión que barajaba entonces la matriz con Deutsche Telekom. Pero la operación se frustró. Los alemanes no estaban dispuestos a ceder un ápice de poder -DT capitaliza unos 73.000 millones de euros frente a los 43.200 de Orange- y los franceses no iban a dar el paso si no tenían mando en plaza. Primera consecuencia: el enfriamiento del proyecto Paillassot. Ahora bien, tras una breve reflexión, el asunto ha vuelto a estar sobre de la mesa del consejero delegado, aunque él, públicamente y a la pregunta de Hispanidad, responda que eso lo tienen que decidir en París. Lo cierto es que la teleco francesa necesita liquidez y qué mejor manera de conseguirla que sacando a bolsa las filiales, entre las que destaca la española. Es lo mismo que hizo en su día Juan Villalonga en Telefónica, por ejemplo, sacando a bolsa la filial Terra. ¿Recuerdan? Volvamos a Orange. Para que la OPS tenga éxito, hay que presentar al mercado una compañía con muchos clientes, cuantos más mejor. Y en esa parte de la ecuación es donde aparece Jazztel. La recién absorbida ha copado prácticamente todo el protagonismo publicitario del grupo, con ofertas muy agresivas. La jugada, de momento, le está saliendo bien, al menos en cuanto a captación de clientes. Así lo aseguró el propio Paillassot el pasado miércoles durante un encuentro con la prensa, donde admitió que la clave del grupo para sumar clientes estaba siendo Jazztel. En este sentido, y sin admitir el término 'low cost', el Ceo señaló que Orange era la marca 'premium' y Jazztel, la marca básica o simple. La captación de nuevos clientes va bien, pero ¿de qué tipo de cliente estamos hablando? Ese es el problema. Para que la OPS tenga éxito no basta con presentar un elevadísimo número de suscriptores. Es necesario trasladar esa ganancia a la cuenta de resultados. Y el margen que dejan los clientes 'low cost' no es, precisamente, como para tirar cohetes. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com