Parece que el lujo no sufre tanto el coronavirus, pues Moët Hennessy Louis Vuitton (LVMH) ha tenido un beneficio neto de 4.702 millones de euros en 2020, aunque supone un 34,3% menos que en el año anterior, y ha ingresado 44.651 millones (-17%). “LVMH ha mostrado una resiliencia destacable contra la crisis sanitaria sin precedentes que experimentó el mundo en 2020”, ha presumido el multimillonario Bernard Arnault, presidente y CEO del grupo francés de lujo.

A la vista de las cifras anuales, conviene recordar que el descenso del beneficio es muy inferior al del primer semestre (-84%) y al igual sucede en el caso de los ingresos: bajaron un 27% hasta junio y un 21% en los nueve primeros meses, pero han subido un 18% en el cuarto trimestre. Centrándonos en los 44.651 millones de facturación anual, la división de moda y productos de marroquinería ha aportado 21.207 millones (-5%) y el área de comercio minorista selectivo, 10.155 millones (-31%) por el impacto del Covid-19 en el retail; les siguen perfumes y cosméticos, con 5.248 millones (-23%); vinos y licores, con 4.755 millones (-15%); y relojes y joyería, con 3.356 millones (-24%).

Eso sí, la deuda financiera neta también se ha reducido: lo ha hecho en un 32%, pasando de los 6.206 millones de 2019 a los 4.241 millones. Veremos a ver cómo evoluciona tras la compra de Tiffany, después de hacer las paces y cerrar un acuerdo (con rebaja de precio incluida) tras varios ahora sí, ahora no, hizo. “Comenzamos 2021 con el placer de dar la bienvenida a nuestro grupo a la icónica joyería Maison Tiffany y sus equipos. En un contexto que sigue siendo incierto”, ha destacado Arnault.