Nada más conocerse la sentencia, la cotización de Pescanova ha caído un 26%. Pérdidas que se han ido suavizando hasta el entorno del 17%. Una acción de Pescanova vale este miércoles, 0,8 euros.

El descalabro tiene una sencilla explicación: con la demanda, los accionistas de Pescanova intentaron elevar su participación en Nueva Pescanova desde el 1,6% actual hasta el 20%, porcentaje que tenían antes de la citada ampliación de capital. Según estos accionistas, entre los que se encuentra el anterior dueño de la compañía, Manuel Fernández de Sousa, fueron los bancos acreedores los que forzaron la ampliación de capital con el único objetivo de diluir su participación.

Ahora, sin embargo, el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra, ha desestimado su demanda. Si quieren aumentar su partición en Nueva Pescanova tendrán que comprar acciones... cuando se pueda, naturalmente.

Mientras, la Nueva Pescanoca continúa avanzando con paso firme.