Según el segundo informe de la CNMC sobre la retirada de efectivo en los cajeros automáticos durante 2016, 2017 y el avance de 2018, el cambio en la política de comisiones que impulsó Caixabank en 2015 ha repercutido en los hábitos de los consumidores.

Por ejemplo, ha logrado fidelizar a los clientes con la red de su banco y ha aumentado el importe medio de las retiradas de efectivo. Lógico, sobre todo lo primero. Por eso, según constata el informe, las entidades han puesto punto y final a la reducción de cajeros automáticos, que al cierre de 2017 ascendían a 50.839 terminales. Ahora son pieza clave en su estrategia, no solo para fidelizar a sus clientes, sino también para captar nuevos. Caixabank, Santander BBVA, Bankia, Sabadell y Euro Automatic Cash (Popular) acaparaban el 61% del parque total, siendo la primera la que mantiene el primer puesto con el 18,5% del total.

El problema de los cajeros es la distribución: la mayor parte está en Cataluña, Madrid y Andalucía

La reducción de cajeros se ha detenido y los hábitos de los usuarios han cambiado. Cada vez se usa menos el dinero en efectivo, una tendencia que se ha disparado en 2017, año en el que el volumen de las operaciones con tarjeta se ha triplicado hasta superar los 3.400 millones de transacciones. A esto hay que añadir la reducción del valor medio de estas operaciones, que ha pasado de los 52 euros de media en 2005 hasta los 40 euros de media en 2017.

¿Hay muchos cajeros en España? Desde 2015, nuestro país ocupa la quinta posición en la UE. Hay un cajero por cada 996 habitantes. El problema es la distribución: la mayor parte está en Cataluña, Madrid y Andalucía. En el lado opuesto, Ceuta, Melilla, La Rioja y Cantabria.