En 2018, el número de pisos turísticos en España superó por primera vez al de plazas hoteleras, circunstancia que encendió las alarmas, entre otros, de Exceltur. Ahora, la Alianza para la Excelencia Turística puede respirar tranquila: en solo un año se ha corregido la tendencia y 2019 cerró con 17.317 viviendas turísticas menos gracias, en gran medida, a las legislaciones aprobadas por los ayuntamientos más importantes de nuestro país. Por ejemplo, Barcelona, que registró una caída de 13.357 pisos turísticos durante 2019, o San Sebastián y Palma, que cerraron el año con un descenso de más de 1.500 pisos turísticos.

En cuanto al turismo en general, poca novedad. Según el informe anual de Exceltur, presentado este miércoles, continúa creciendo, pero lo hace a un menor ritmo que la economía en su conjunto: creció un 1,5% frente al 2% previsto para el PIB de 2019. En 2020 volverá a ser del 1,5% mientras que la estimación para el crecimiento del PIB es del 1,7%.

La demanda interna tuvo mucho que ver en el aumento del turismo durante 2019. Es una buena noticia, ya que, entre otras cosas, refleja el crecimiento económico de las familias españolas. Recuerden cómo durante los años más duros de la crisis, la demanda nacional sufrió un parón casi inédito en nuestro país, que tuvo que confiar su principal motor económico a la llegada de turistas extranjeros.

Frente al aumento de turistas nacionales estuvo la caída de los mercados de Alemania y Países Bajos, principalmente. En cualquier caso, más importante que el número es el gasto que realizan los turistas, y alemanes y holandeses no eran de los más derrochadores. Gastan más los asiáticos y, en general, los turistas de larga distancia. Y también aumentaron durante 2019.