El Tesoro ha colocado este jueves 3.490,5 millones de euros en la subasta de deuda a medio y largo plazo.

En concreto, los bonos a cinco años se vendieron a un interés negativo del -0,172%, menor que  el -0,09% pasado.

En bonos a tres años, vendió 1.178 millones con un interés negativo del 0,4%, inferior al -0,357% anterior.

Todos los políticos irresponsables, -aproximadamente el 101 por 100- se han frotado las manos y preparan más deuda, que pagarán nuestros nietos

Y en la subasta de las obligaciones a quince años, el Tesoro ha colocado 1.487,53 millones con un interés marginal del 0,89%, 0,585 puntos inferior al pagado a finales del pasado mes de mayo.

En cuanto a la prima de riesgo, se situaba en los 67,5 puntos.

Todo esto parece una buena noticia pero no lo es: la deuda española está próxima al 100 por 100 del PIB. Una deuda que en circunstancias de baja inflación y tipos en negativo resulta muy complaciente. Es más, tras las lamentables apuestas de Mario Draghi y Jeromy Powell (ayer miércoles) sobre el mantenimiento de unos tipos de interés absurdamente bajos, todos los políticos irresponsables (-aproximadamente el 101 por 100- se han frotado las manos y preparan más deuda, que pagarán nuestros nietos. Y en cuanto a la aceleración de la economía por tipos bajos, Europa es la viva muestra de que casi un cuarto de siglo de tipos bajos no han servido para reflotar la economía mundial: seguimos viviendo en crisis permanente. Quizás porque el dinero fácil no hace otra cosa que endeudar a los Estados y devaluar el conjunto de la economía mundial.