A ver si nos entendemos, en el juicio por la salida a bolsa de Bankia, que ha comenzado este martes, no se acusa a los implicados de falseamiento contable, sino de estafa y de fraude al inversor. Curioso, porque sin lo primero, ¿cómo se puede dar lo segundo y lo tercero? Según la Fiscalía, porque Rodrigo Rato, José Luis Olivas, José Manuel Fernández Norniella y Francisco Verdú engañaron a los inversores, no en las cuentas, sino en el folleto de la salida a bolsa. Ese es el presunto delito, según la Fiscalía. Pero entonces, ¿en qué lugar queda la CNMV?

Segunda cuestión de este juicio ‘temerario’: si estamos ante un delito económico, ¿dónde están los damnificados? A los particulares que acudieron a la OPV -pequeños accionistas- ya se les devolvió todo lo invertido, unos 1.800 millones de euros, mientras que los institucionales, por ejemplo, Iberdrola y OHL, lo han perdido todo. Otros, como Mapfre o Mutua, ni siquiera reclamaron.

Pero lo más grave no es eso. Lo peor es que si es un delito económico, la CNMV y el Banco de España son culpables. La primera, en el folleto; el segundo, en las cuentas.

Si es un delito económico, la CNMV y el Banco de España son culpables

Precisamente, durante su declaración de este martes, Rato ha vuelto a culpar al Banco de España. “Nuestras tripas las conocía perfectamente, tenía quince personas allí”, ha asegurado. De hecho, fue el BdE, según Rato, quien diseño la unión de las cajas de ahorros que dieron lugar a Bankia: Caja Madrid, Caja Ávila, Caja de Canarias, Caixa Laietana y las cajas de Segovia y La Rioja. Y fue el BdE quien dio instrucciones expresas, según Rato, para que se integrara Bancaja, la más problemática de todas.

Por cierto, la Audiencia Nacional ha decidido mantener todas las acusaciones particulares y populares contra los 34 acusados. Todos ellos tendrán que acudir obligatoriamente a las sesiones del juicio, programadas hasta el mes de junio. Eso a pesar de que la Fiscalía únicamente acusa a Rato, a Olivas, a Fernández Norniella y a Verdú.