• Un jurado de Texas exculpa a la organización abortista y presenta cargos contra los pro vida que grabaron los vídeos que prueban el delito.
  • Al gobernador de Texas no le perturba el fallo judicial y confirma que el Estado seguirá investigando a Planned Parenthood.
  • La polémica sobre la venta de tejidos y fetos abortados se acaloró tras saberse que Planned ayudó con 20 millones a la campaña de Clinton.
  • Los republicanos quieren retirar las subvenciones públicas, pero el veto de Obama ha frustrado las iniciativas parlamentarias.
El escándalo provocado en Estados Unidos por la difusión de cinco vídeos en los que se probaba el negocio millonario de fetos a la carta en ese país ha dado un vuelco sorprendente. El malo de la película era, hasta ahora, la organización abortista Planned Parenthood, y el bueno, la organización pro vida The Center for Medical Progress. Pero un jurado de Texas le ha dado la vuelta a la historia, exculpando a la primera y poniendo el foco en la segunda. ¡Qué cocas! El escándalo saltó a opinión pública en verano y no se ha detenido desde entonces. Se lo resumo: The Center for Medical Progress denunció a Planned Parenthood con unas duras imágenes (tomadas con cámara oculta) en las que se probaba que sí había un negocio con tejidos y órganos de los fetos (corazón, pulmón o hígado, por ejemplo). Eran en total cinco videos cargados de declaraciones de los propios médicos que no dejaban lugar a dudas. Se pueden ver también con subtítulos en castellano. El revuelo en el país fue enorme. De hecho, en el mismo Estado en el que ahora se da un vuelco judicial al caso, Texas, se decidió retirar las subvenciones públicas a Planned Parenthood. Y esas subvenciones -en torno a 500 millones de dólares anuales en EEUU- es lo que realmente escocía, no sólo a la organización, sino al poderoso lobby abortista americano. El debate, como digo, ha crecido durante estos meses, primero en las medios de información y en la opinión públicas (las imágenes son realmente perturbadoras) y posteriormente en arena política. El Partido Republicano, partidario de suprimir las ayudas a Planned, promovió iniciativas en ese sentido en la Cámara de Representantes y en el Senado, pero fueron rechazadas finalmente en enero con el veto presidencial de Obama. La cosa tiene su aquel, como les explicábamos recientemente al referirnos a un nuevo Auschwtiz, porque la candidata demócrata, Hillary Clinton, inicialmente crítica con Planned Parenthood, cambió de parecer después y ha basado parte de su campaña precisamente en el apoyo a la labor de esa organización abortista. Y tenía su lógica. Como publicó el diario The New York Times, esa organización había inyectado 20 millones de dólares a la campaña de Hillary. O sea, favor con favor se paga. No sólo eso: apoyó públicamente a la candidata demócrata en su página web en un manifiesto con encendidos elogios y esperando que culmine su carrera en la Casa Blanca. Con todos estos ingredientes comprenderán mejor el fallo del jurado de Houston (Texas), este jueves, 28. Dice que no hay pruebas para imputar a Planned Parenthood, y sí para investigar a los pro vida David Daleiden y Sandra Merrit, de The Center for Medical Progress, por haber falsificado un documento gubernamental, aunque sin especificar cuál, y por haber comprado supuestamente órganos humanos de bebés abortados, que es, paradójicamente, lo que se denunciaba en los vídeos. El fiscal pide para ellos entre dos y 20 años de cárcel. O sea, el mundo al revés. La polémica, obviamente, no se detiene con el este fallo judicial. El propio gobernador del Estado de Texas, Greg Abbott, ha dicho que nada cambia y que el fallo judicial no afecta a la investigación en curso. "El estado de Texas continuará protegiendo la vida, y seguirá respaldando la legislación que prohíbe la venta o transferencia de tejido fetal", dice el gobernador en un comunicado. Al tiempo que el debate, que pone el foco en un negocio espantoso, seguirá removiendo conciencias. ­Rafael Esparza rafael@hispanidad.com