Recuerden ustedes que el plan inicial era que Criteria, el grupo industrial de la Fundación bancaria Caixa, comprara hasta un 5% de Telefónica, la misma participación (en su tramo estable) que ahora tiene Caixabank, pero a pesar de que la Fundación rebosa liquidez tras la venta de Abertis, también se trata de no asumir demasiados riesgos en una sola compañía y de reducir apalancamiento.  

En resumen, la nueva técnica consiste en que Criteria que ahora mismo posee el 1,14% de la operadora, aumente su participación hasta el 2%. Insisto en que hablamos de participación estable, no de negociación. Si sumamos el 5% y el 2%, nos encontramos con un 7% del capital. No llega al 10%, pero sigue convirtiendo al grupo Criteria-Caixabank en el accionista de referencia de la operadora. Y además, cuidado con qué porcentaje le atribuyen a la sociedad de cartera y al banco, dado que la primera posee el 40% del segundo.

La representación catalana seguirá con la Vicepresidencia de Isidro Fainé y la vocalía de Jordi Gual

Lo mismo da. Lo relevante es que Criteria-Caixabank aspira a mantener una participación siempre superior a la del otro miembro del núcleo duro, el BBVA, y a mantener, por supuesto, la Vicepresidencia (Isidro Fainé) y una vocalía (Jordi Gual). Además, las relaciones entre el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, y Fainé son mejores que nunca.

¿Qué importancia estratégica tiene esto? De cara a la banca digital, toda. Ahora mismo asistimos a operadoras que se convierten en bancos, como Orange, y a bancos que quieren convertirse en digitales, por ejemplo, el BBVA.

¿Moverá ficha el BBVA para responder? Según nuestras fuentes, no.