Irán ha cumplido su amenaza de vengarse por el asesinato, a manos de Estados Unidos, del general Qasem Soleimani. Más de una veintena de misiles balísticos iraníes han impactado durante la madrugada de este miércoles contra dos bases militares en Irak en las que están destacados soldados estadounidenses, informa RTVE.

Se trata de las bases de Ain al Asad, situada en la zona de Al Bagdadi, al oeste de la capital de la provincia de Ramadi, y de Erbil, capital de la Región Autónoma del Kurdistán. Según el gobierno iraquí, en total han caído 22 misiles, cinco en Erbil y 17 en Al Asad, dos de los cuales no han estallado. Las bases estaban en máxima alerta desde el viernes, cuando Soleimani murió en un bombardeo norteamericano.

Mohammad Yavad Zarif, ministro de Asuntos Exteriores iraní, al que hace unos días Estados Unidos denegó el visado para asistir al Consejo General de la ONU, ha asegurado en Twitter que Irán solo ha hecho uso de su derecho a la legítima defensa bajo el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas y que no quiere una escalada. "No queremos una escalada ni la guerra, pero nos defenderemos frente a cualquier agresión", ha añadido. 

Los Guardianes de la Revolución informaron de que el ataque es un primer paso de la "dura venganza" por el asesinato de su comandante (Soleimani). Este cuerpo militar de élite también dirigió amenazas contra los países árabes aliados de los EEUU que albergan bases militares estadounidenses, advirtiéndoles que serán su objetivo si sus territorios son usados para lanzar ataques de represalia contra Irán. Al hilo de esto, conviene recordar que el odio chiíta hacia Occidente también podría llegar a otros países, entre ellos España, que alberga bases militares estadounidenses. 

En concreto, Irán amenazó con bombardear a Israel -la ciudad de Haifa- y los Emiratos Árabes Unidos -la ciudad de Dubai-

Un portavoz del líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, ha insinuado que este ataque es solo la respuesta "más débil" entre todas las barajadas por Irán tras el asesinato de Soleimani.

El propio Jamenei, en declaraciones en la televisión nacional, ha asegurado que el objetivo es expulsar a las tropas estadounidenses de la región y que los ataques eran "una bofetada en la cara" de EE.UU.

Conviene insistir en que la Guardia Revolucionaria iraní ha amenazado con poner en marcha una "fase dos", con un centenar de objetivos potenciales, si EE.UU. responde de alguna manera al bombardeo sobre sus bases. "Los estadounidenses saben ahora que Irán puede atacar sus bases (...) Sus bases serán atacadas si Estados Unidos responde a los ataques con misiles de Irán en Irak", ha explicado uno de sus portavoces. En concreto, Irán amenazó con bombardear a Israel -la ciudad de Haifa- y los Emiratos Árabes Unidos -la ciudad de Dubai-. 

Recordemos también que las operaciones norteamericanas en el Golfo Pérsico parten de las bases de Rota y Morón, en España.