• Su obsesión es superar en tamaño al Santander de los Botín.
  • A FG no le importaría deslocalizar el segundo banco español con tal de retirarse como presidente (o co-presidente) de un banco más grande que el Santander.
  • En principio mira a Europa, pero no rechaza matrimoniar con un grupo norteamericano.
  • Mientras tanto, para los pies a cualquiera que quiere sucederle, sea González Páramo o Jaime Caruana.
  • Y el Gobierno Rajoy carece de fuerza para forzar un relevo.
  • Eso sí, prepara el recambio de Ceo Ángel Cano, por parte de Jaime Sáenz de Tejada.

Desde que el presidente del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), Francisco González, asegurara que no iba a agotar el plazo que le dan los Estatutos para mantenerse en la Presidencia hasta 2020, toda la City financiera española está convencida de que, si por él fuera, agotaría ese plazo y aún otro hasta 2025.

Ahora bien, FG no mentía cuando aseguraba que a lo mejor no cumpliría el actual periodo. Y es que aunque se encuentra bien de salud (siempre ha sido un poco aprehensivo) lo cierto es que sus manías se incrementan y sus malas relaciones con sus subordinados también. Verbigracia: siempre le molestaron los obesos pero ahora también le molestan las barbas.

Además, ya no se acomoda al entorno político que le rodea (el Partido Popular) y sabe, por ejemplo, que el ministro Luis de Guindos quisiera cambiarle ya por González Páramo, mientras, al fondo, Jaime Caruana, el hombre que le defendiera del ataque de Sacyr cuando era gobernador del Banco de España, y que le conoce desde Renta 4, hoy en el Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIS).   

Pero lo cierto es que, aparte de la banca digital, oh sí, González no tiene claro lo que va a hacer con el BBVASigue hablando de banca digital, claro, y de sociedad del conocimiento cambiando directivos a los que saca 30 años, ciertamente, pero es porque se lo pide su naturaleza. De hecho, nadie sabe por qué cambia a Ángel Cano por Sáenz de Tejada.

Pero no: lo que busca González es fusionarse con un gran banco europeo o norteamericano, aunque ello suponga deslocalizar la entidad, desespañolizarla. Busca en Europa pero también en Estados Unidos. En el fusionado, sí estaría dispuesto a quedase como presidente no ejecutivo (o como co-presidente), de un banco que fuera, esto es lo importante, mayor que el Santander. El primer banco de España aunque no sea un banco español.

¿Al Gobierno le gusta? No, ni a este ni a  ningún otro, incluido Podemos. Pero es que el Gobierno Rajoy no tiene fuerza ahora mismo para luchar contra un banquero. Y con la supervisión trasladada al Banco Central Europeo (BCE), aún menos.

Y es que FG comienza a aburrirse.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com