• El ministro de Fomento, Íñigo De la Serna, señaló que no ve más alternativa que la nacionalización.
  • Pero ¡ojo!: eso supone un desembolso de unos 5.000 millones, igual al ajuste exigido por Bruselas.
  • Para Joan Baldoví (Compromís) es "otra tomadura de pelo" y plantea que el Estado intente venderlas.
  • "Algún tipo de responsabilidad deberían tener los que las construyeron y gestionaron", añade.
  • El Estado hace las concesiones, pero las empresas privadas deberían asumir el riesgo de las mismas.
Al final, en el caso de las autopistas de peaje en quiebra, el Estado sí pagará… a pesar de que Ana Pastor afirmó una y otra vez que su rescate no costaría dinero al ciudadano. Pero el asunto no es baladí y se debe cambiar el modelo. El pasado lunes, el ministro de Fomento, Íñigo De la Serna, señaló que el Estado no ve más alternativas que la nacionalización de dichas autopistas. Pero ¡ojo!: eso supone un desembolso de unos 5.000 millones de euros de dinero público (aproximadamente el 0,5% del PIB), una cifra similar al ajuste exigido por Bruselas a España para cumplir el déficit. Para Joan Baldoví, portavoz de Compromís en el Congreso de los Diputados, se trata de  "otra tomadura de pelo" para los ciudadanos, según ha afirmado en una entrevista en 'Al rojo vivo'. Además, ha planteado otra alternativa: que el Estado intente venderlas. Baldoví ha añadido que "algún tipo de responsabilidad deberían tener los que las construyeron y gestionaron". Y en este aspecto lleva razón, pues hasta ahora si las cosas van bien, las empresas se lucran con los beneficios, pero si las autopistas de peaje tienen pérdidas, el Estado debe salvarlas. Así lo dice la ley. Y es que en los contratos de concesión que firman las empresas privadas existe la cláusula de la Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA), que obliga al Estado a asumir la gestión de una infraestructura en quiebra. Además, también debe pagar a las empresas la cuantía invertida que no han recuperado. Ana Pastor, en sus años al frente de Fomento, intentó cambiarlo y planteó que el Estado asumiría la gestión si las compañías aceptaban una quita del 50% de la deuda y el pago a 30 años. Pero al final no pudo hacerlo porque los tribunales lo rechazaron. Tras las declaraciones de De la Serna sobre la nacionalización de las autopistas de peaje en quiebra, se debe pensar en cambiar el modelo. Es decir, que el Estado haga las concesiones, pero las empresas privadas asuman también el riesgo de las mismas. Cristina Martín cristina@hispanidad.com