Lo ha dicho el Tribunal Superior de Justicia Europeo (TSJE), unas siglas que empiezan a ser temidas en todo el orbe: Apple no tendrá que pagar casi 14.000 millones de euros en impuestos no satisfechos en Irlanda. Bruselas ha perdido y el ‘dumping’ fiscal en el seno de la Unión Europea, ha ganado.

El gigante tecnológico estadounidense se instaló en Irlanda aprovechando que este país había reducido el impuesto de sociedades que pagan las multinacionales que se asientan allí, aunque vendan sus productos en toda Europa.

Admeás, era una prueba de fuego. Si se admitía el modelo irlandés se admitía la trampa de perjudicar a otros países donde esas multiancionales podían dar trabajo y se permitia otra vía de escape fiscal para las grandes tecnológicas. En definitiva, que los paraísos fiscales que sí existen en la seno de la Unión Europea (por ejemplo, la muy seria Holanda o el muy serio Luxemburgo), se multipliquen.

La única solución es que cambiemos IVA por impuesto sobre el beneficio. Es decir, que las multinacionales paguen allí donde venden, no donde producen. La idea no es nuestra sino de David Cameron, que también tuvo alguna buena idea para contrarrestar su referéndum sobre el brexit

Eso sí, o todos o ninguno, porque un país en solitario, difícilmente puede doblarle el pulso a las grandes multinacionales. Pero ya se sabe que en el lentísimo proceso de unidad europea lo más lento es la unión fiscal.