Sr. Director: En Pakistán, India, Egipto, Irak y muchos otros países, los cristianos se juegan la vida al celebrar públicamente la Navidad. La asistencia a la misa del gallo, por ejemplo, puede suponerles caer víctimas de un atentado... ¿Y los cristianos occidentales? ¿A qué estamos dispuestos a renunciar por vivir nuestra fe? Alberto A. Vendrell