Sr. Director: Este mes hemos querido destacar de modo particular un tema que una vez más la prensa nacional ha silenciado de modo dramático.  Se trata del convenio del Vaticano con la China comunista. Este acuerdo, que está a punto de concluirse, colocaría a Pekín en el control de la Iglesia Católica en ese país, nombrando a sus obispos. El presidente chino, Xi Jinping, no esconde sus intenciones declarando "de especial importancia" las cuestiones religiosas. En octubre, durante el 19 Congreso del Partido Comunista de China en el que expuso su programa para los próximos cinco años, llamó a la sinización de las distintas confesiones. Al final, un silencio de muerte bajaría sobre la "Iglesia clandestina" china, fiel a Roma, y en general sobre los fieles chinos, que desde hace muchos años mantienen una heroica resistencia, recusando someterse a la llamada Iglesia Patriótica, cismática en relación a Roma, y enteramente sumisa al poder central de Pekín. En esa perspectiva las Sociedades Tradición Familia y Propiedad de numerosos países, y otras asociaciones hermanas como la nuestra, ha tomado la iniciativa de hacer una campaña de recogida de firmas de apoyo y solidaridad con los católicos de China. Le pedimos que firme este apoyo a nuestros hermanos católicos perseguidos en China. Luis Montes