Informe del IPF. Conclusión: 500.000 niños afectados por divorcio de sus padres a lo largo de cinco años. Y sí, han acertado: se trata de una influencia negativa. No existe el divorcio como amigos y, sobre todo, no existe separación sin sufrimiento en la prole. Ni la mujer ni el hombre son las víctimas, amén de que serían víctimas de sí mismos. Los niños nunca son culpables. La pareja siempre. Generalmente ambos. No me extraña que con tanto divorcio nos hayamos convertido en un país triste y quejica. Hispanidad redaccion@hispanidad.com