Toda la cultura de la muerte no es más que odio al débil y el aborto tiene su origen, siempre, en la eugenesia. Los ingleses fueron los primeros que, a principios del siglo XX, iniciaron leyes de eugenesia, que implicaban la esterilización de deficientes y demás gente poco presentable como ciudadanos del Imperio Británico. Por cierto, uno de los impulsores fue un tal Wiston Churchill, que era un tipo de divertido como miserable, tan inteligente como canalla.

Pues bien, ahora los japoneses intentan justificar con dinero su odio a la debilidad -eso es la eugenesia- aunque sin mucho éxito.

El Gobierno japonés, presidido por Shinzo Abe (en la imagen) por imperativo legal, ha decidido resarcir económicamente a los disminuidos que fueron esterilizados tras el final de la II Guerra Mundial.   

Como digo, al parecer sin mucho éxito.