• Los más involucrados: los directivos y responsables 'políticos'.
  • El inspector jefe de cajas de ahorros, Pedro González, un día sí y otro también, en la Audiencia Nacional.
  • Por permitir los salarios millonarios de los  directivos que han llevado a la ruina a las cajas de ahorros.
  • Pero al fondo late una acusación más grave al conjunto de la institución supervisora: el incumplimiento de la labor de supervisión que llevó al desastre de las cajas de ahorros.
  • Y lo peor es que en el caso de las retribuciones excesivas, la mayoría de los casos pueden resultar inmorales, pero no ilegales… y el Banco de España lo sabía.
  • Muchos inspectores denunciaron que los directivos y consejeros de cajas de ahorros se han enriquecido con comisiones de créditos que iban a resultar fallidos.
  • El ex gobernador MAFO realizó tres informes sobre la fusión gallega hasta que dio con uno favorable.
  • Curiosamente, en el caso más mediático (Rato-Bankia) no se juzga ni una mala gestión del crédito ni salarios abusivos.

Los tribunales analizan ahora las retribuciones excesivas de directivos de las antiguas cajas de ahorros que llevaron a la ruina a sus entidades. Hablamos de los antiguos dirigentes de la CAM, las dos entidades gallegas, Catalunya Caixa, Castilla La Mancha, Cajanavarra, etc.

Entonces, ¿por qué quien tiembla ahora es el Banco de España, incluido el nuevo gobernador, Luis María linde (en la imagen), y, en particular, el Cuerpo de Inspectores 

Pues por dos cosas, quizá tres, pero que todas ellas confluyen en la misma conclusión: el desprestigio del Banco de España.

Preocupación primera: que las causas por sobresueldos, blindajes excesivos y otras lindezas contra ex directivos de cajas de ahorros no prosperen. Y es que estos comportamientos pueden ser inmorales pero no eran ilegales. De hecho, la normativa sobre retribuciones, por ejemplo, se ha cambiado con posterioridad. Y, en cualquier caso, los contratos de la alta dirección eran conocidos por el Banco de España y nadie se llamó a andanas por ello.

Los contratos blindados eran conocidos por el Banco de España desde hace 10-15 años. Usted lo permitió y ahora no se puede evitar que los cobren.

Y la inferencia es clara. Al Banco de España, en especial al cuerpo de inspectores, les preocupa que en estos juicios pasen de testigos a imputados.

En concreto, el que fuera director de Inspección de cajas de ahorros, Pedro González, frecuenta mucho la Audiencia Nacional estos días. El gobernador, Luis María Linde, incluso le ha mandado un acólito -Miguel Seguí- para que le apoye, no sea que se venga abajo.

La segunda cuestión es más peligrosa y más relevante: aunque hubiera jetas que cobraban el oro y el moro en las cajas de ahorros, las cajas de ahorros, más rentables en su día que los bancos, no cayeron por sobresueldos de un puñado de capitostes. Cayeron por una normativa que les perjudicaba pero, sobre todo, por conceder créditos a quien no debían, especialmente a promotores inmobiliarios.

Ahora bien, muchos de esos créditos fueron denunciados por los inspectores actuarios (los que trabajan a pie de obra).

Luego los elevaban a sus inspectores jefe -coordinaban los equipos que inspeccionaban a varias entidades-. De aquí iban al jefe de División -por ejemplo, el jefe de división de cajas de ahorros-. Y la decisión última la tomaba el director general de Inspección. En su momento, Javier Aríztegui, mano derecha del gobernador MAFO, que antes fuera director general de Inspección y luego subgobernador, sustituido como máximo responsable de inspección por otro filo-PSOE, Jerónimo Martínez Tello (a quien sustituyó el actual, Ramón Quintana Aguirre). En definitiva, los inspectores acusan a los mandos 'políticos' de no haberles hecho caso y haber llevado a las cajas de ahorros a la ruina.

¿Se imaginan que los jueces Andreu, Ruz, Gómez Bermúdez, etc., decidieran ahora ampliar la causa contra los directivos de cajas de ahorros a los directivos del Banco de España Pues eso es lo que hace temblar a muchos en el viejo caserón de Cibeles.

El cabreo entre los inspectores -en tiempos de MAFO llegaron a pedir el amparo de la entonces vicepresidenta Elena Salgado- es máximo por las intromisiones políticas en tiempos de Zapatero. Ejemplo: la fusión de las cajas gallegas, Galicia y Novacaixa. MAFO no tuvo agallas para negarle al presidente de la Xunta, Núñez Feijóo -y eso que era del PP- la fusión de ambas entidades. Pidió dos informes que desaconsejaban la fusión pero Feijóo insistía. Y en lugar de negarse en redondo, pagó a un tercero, KPMG -el más dócil de todos los consultores españoles- quien, naturalmente, aconsejó la operación. Ya sabemos cómo acabó aquello.

Respecto a Catalunya Caixa, controlada por el propio PSOE, mejor no hablar. Un agujero que nadie logra cerrar.

Curiosamente, el caso más mediático, el de Rodrigo Rato (Bankia), no está en el banquillo ni por sus sueldos excesivos -no lo eran- ni por sus malas prácticas, sino por la salida a bolsa.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com