Educación, Sanidad, Justicia, Metro, Telemadrid, Paradores. Aquí todo el mundo está en huelga al grito de "no nos privaticen, queremos seguir siendo públicos".

El Gobierno asegura que privatizar la gestión no es privatizar. Ejemplo, Sanidad. Bueno, puede que no lo sea, pero lo cierto es que se le parece mucho. Insisto en que la salud no es predecible, y por lo tanto resulta poco planificable. Así pues, tengo mis dudas sobre la eficiencia.

Ahora bien, los sindicatos que protestan por la presunta privatización nunca reparan en que el afán privatizador tiene una causa: la vagancia del empleado público Sí, el personal sanitario público trabaja menos que el privado. De hecho, para ganar más trabaja poco en su empleo fijo y más en sus complementos privados. Eso no vale. Si no quiere usted que le privatice al menos ofrezca trabajar más.

Educación: aquí todo lo que sea privatizar, es decir, dejar que los padres decidan cómo educar a sus hijos es bienvenido. La Educación debería ser toda privada, pero no en poder de los empresarios, sino de los padres, lo que nos lleva al cheque escolar... que tampoco propone el PP.

En Educación, además, más gasto público no significa mejores resultados ni mejor formación. La educación privada también la concertada, le ahorra a la comunidad, al Estado, una cantidad increíble de dinero. Sencillamente, porque los profes públicos se pagan más de tres meses al año de vacaciones, algunos, los doce meses.

Justicia: he oído a sesudos representantes del poder judicial que la ley de tasas privatiza la administración de la justicia. ¡Y un jamón! Ya saben mi opinión: el mundo se divide en buenos y malos. Los buenos son los que no ponen demandas al prójimo.

En cualquier caso, a nada temo más que al Gobierno de los jueces. Nada más ensoberbecido y miserable que el juez inicuo. Y mucho me temo que estemos llenos de jueces inicuos.

Dos empresas locales. El Metro y los autobuses madrileños. Llevan meses fastidiando al cliente en nombre de la calidad del servicio. Lo cierto es que son los sindicatos los que están destrozando el servicio con sus huelgas y con sus sabotajes. Sí, sabotaje no es sólo cortar una línea, sino, por ejemplo, conducir con continuos frenazos, a ser posible en horas punta. Pero lo hacen por el ciudadano, que conste.

Telemadrid. Aquí tenemos la mejor muestra de matonismo sindical: corto la emisión porque me da la gana. Han sido los sindicatos UGT y CCOO los que se han cargado, por razones ideológicas, Telemadrid. En esta tele se emite lo que yo quiero y hemos terminado. Eso es puro matonismo sindical. Y como no se castigue a los matones, seguirán siendo matones. Y, por supuesto, los matones serán los últimos en ser despedidos.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com