Sr. Director:

Después de diez años del 11 de septiembre (11-S), me parece que la conciencia es mucho mayor sobre la necesidad de situar a las víctimas del terrorismo en el centro de cualquier debate sobre esta lacra, y nunca jamás llevar a primer plano las reivindicaciones de los asesinos.

 

Pero la batalla no ha terminado. Es evidente en el caso de España, donde ETA tiene capacidad para volver a matar en cualquier momento, como recoge la Memoria de la Fiscalía presentada en la Apertura del Año Judicial. A ello hay que añadir que la banda y su entorno nunca habían tenido tanto poder político, conseguido paradójicamente en el momento de su mayor debilidad. Me parece que es otra de las múltiples herencias de un Gobierno que no ha creído en la derrota del terrorismo, y se ha empeñado en buscar una salida negociada y aparecer ante el mundo como el gran valedor del "buen talante".

JD Mez Madrid