• El sector da un giro de 180 grados y se encamina hacia una única red de fibra óptica.
  • Se trata de evitar duplicidades innecesarias y, sobre todo, costosas.
  • Por cierto, algo que Antonio Coimbra lleva años reivindicando.
  • Vodafone y Orange ya firmaron un acuerdo en 2013 para desplegar fibra, pero no ha sido suficiente.
  • Y Másmóvil, al final, también tendrá que negociar con Telefónica.
El acuerdo entre Telefónica y Vodafone para el acceso a la red de fibra óptica hasta el hogar (FTTH), anunciado el jueves 16, marca un antes y un después en el sector, en España. Y, sin duda, ha supuesto un duro golpe para Orange, que ha visto cómo, de golpe y porrazo, su rival más próximo ha ampliado 'su' red y el número de potenciales clientes. Lo cierto es que el sector ha dado un giro de 180 grados con el objetivo de crear una única infovía o, si lo prefieren, una única red de fibra óptica hasta el hogar. A diferencia de otras infraestructuras, ésta tendrá que ser privada, lo que evoca las palabras que pronunció, a principios de los años setenta, el miembro del gobierno norteamericano al ver las autopistas españolas de entonces: este es el único país en el que las infraestructuras son privadas y los coches que circulan por ellas, públicos (en alusión a la marca Seat). En cualquier caso, el objetivo es evitar duplicidades innecesarias y, sobre todo, costosas. ¿Para qué tener dos o tres redes de fibra si con una es suficiente? Es algo lógico que, por cierto, lleva años reivindicando el consejero delegado de Vodafone España, Antonio Coimbra. De hecho, Vodafone ya firmó un acuerdo con Orange para desplegar fibra en España. Fue en marzo de 2013 y el objetivo era compartir la inversión necesaria para llegar a seis millones de unidades inmobiliarias en 50 ciudades de nuestro país. Sin embargo, el acuerdo, que ha beneficiado a ambas compañías, no ha sido suficiente, al menos para Vodafone. Ahora, con el acceso a la red de Telefónica, las perspectivas de futuro son bien distintas. Vodafone podrá centrar sus esfuerzos en la captación de clientes, en ampliar la oferta de contenidos televisivos y en potenciar sus redes móviles. El acuerdo Telefónica-Vodafone ha pillado a Orange con el pie cambiado. Tras la adquisción de Jazztel, la compañía que dirige Laurent Paillassot (en la imagen, a la izquierda, junto a Luis Miguel Gilpérez, presidente de Telefónica España) centró sus mayores esfuerzos en el despliegue de fibra óptica. La inversión de la operadora en 2016 fue de 1.086 millones de euros, esto es, el 21,7% de sus ingresos, y fue destinada en gran medida al despliegue de fibra. Así, al cierre del pasado ejercicio, Orange alcanzaba los 9,6 millones de hogares, 2,8 millones más que en 2015. Ahora, sin embargo, tendrá que replantearse su estrategia. ¿Merece la pena seguir invirtiendo en una red propia? Al final cederá y tomará la misma decisión que Vodafone. Y lo mismo hará Másmóvil. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com