Sr. Director: No salen las palabras, escribir no podemos. El corazón tirita de miedo y frio, y los ojos asombrados ni mirar pueden, ante imágenes, sonidos, que alumbran la muerte de inocentes. Y las campanas doblan, por Europa.   Y el alma se conturba y de dolor muere. Ese dolor, unas velas, unas flores, mostrar apenas pueden, al pensar quien esas muertes ha producido: los que un día acogidos fueron, o siendo nuestros, terminaron por otros seducidos. Y las campanas doblan, por Europa   En nombre de un dios al que la espalda dieron, su Voluntad, con la suya oscureciendo, matan a los que la cara y su amor a él volvimos. Y las campanas doblan, por Europa. J. R. Pablos