Sr. Director:
Cuando colegios, instituciones y televisiones ocultan el origen de la Navidad no están protegiendo la sensibilidad de nadie, que quede claro.
Sólo a ateos radicales y musulmanes radicales puede molestarles la religión, la historia y la cultura de los demás. Censurar el nacimiento de Jesucristo es justificar la radicalidad. Y promocionar la estupidez.
Alberto Asensi
Conmoción: la Reserva Federal amenaza con subir los tipos, en lugar de bajarlos
17/04/24 05:51