En agosto les hablamos de Josefina, de 73 años,quien  decidió hace tres años alquilar a una amiga suya una habitación después de que le insistiera mucho. La propietaria se marchó a Colombia de vacaciones, y su inquilina y amiga aprovechó para vender sus joyas y cambiar la cerradura de la casa, empadronándose junto a seis personas más.

Josefina se vio obligada a vivir en un trastero, hasta que sevicios sociales le prestó una habitación. La propietaria asegura que su okupa no tiene nada de vulnerable: "Está ingresando 4.000 euros al mes, cómo no se va a ir de vacaciones". También ha contado que ha visto entrar a otro desconocido en su domicilio y, cuando llamó a la policía, él confesó que estaba ahí "para vigilar la casa y duermo aquí porque la dueña está de vacaciones". "Ha dejado a alguien de guardia para que tú no puedas entrar en tu casa".

Son muchos los enfrentamientos con su okupa, de la que asegura que cobra distintas ayudas sociales, uno de los último fue en directo, en el que la propietaria se percataba de un detalle: su okupa iba con el último modelo de iPhone, valorado en 1.500 euros, aunque no tiene dinero. 

Además de estos enfrentamientos, la gota que ha colmado el vaso es que, por culpa de su okupa, Josefina no ha podido operarse. La okupa le ha robado el correo, reteniéndolo pese a que las autoridades le han exigido que lo deje encima del buzón para que la propietaria pueda recogerlo. Entre las cartas se encontraba la cita para poder someterse a una cirugía.

Insistimos, pese a la procedencia de la okupa, no relacionen delincuencia con inmigración, y siempre siempre tengan presente que la okupación es un bulo y que es más probable que te roben el móvil, lo dice el Gobierno de España.