Cuando creíamos que habíamos visto todo sobre comedias de policías es una grata sorpresa encontrarnos con Tiempo de valientes, una gran película argentina que da un giro original, y muy cómico, a este tipo de historias.

 

Mariano es un psicoanalista que, a raíz de un accidente de tráfico, se ve obligado a cumplir tareas comunitarias en lugar de recibir una condena. La misión que el juez le asigna es atender a Alfredo Díaz, un eficiente detective de la Policía Federal totalmente descentrado tras conocer la infidelidad de su esposa.

 

Mariano, para poder asistir a su paciente, deberá acompañarlo en el curso de su trabajo, de sus investigaciones, lo que trastocará su vida y la de sus allegados y le conducirá a unas situaciones que nunca imaginó.

 

Hacía tiempo que no escuchaba tantas carcajadas contemplando una película como sucede con Tiempo de valientes. Y no es extraño porque esta comedia, escrita y dirigida por Damian Szifron, cuenta con situaciones ingeniosísimas que van desde la confesión, a punta de pistola, de la mujer psicoanalista hasta la inenarrable transformación que experimenta Mariano en el transcurso de sus aventuras policiales.

 

Un magnífico guión, con unos personajes bien perfilados e interpretados, a cargo de Diego Peretti (No sos vos, soy yo) y Luis Luque, sitúan a Tiempo de valientes como una de las mejores ofertas de lo que llevamos de año, o si lo prefieren, de las más divertidas.

Por cierto, y siguiendo con el apartado de aciertos, muy adecuado el empleo de música de spaghetti-western en algunas secuencias de acción.

 

Para: Los que les gusten las comedias de humor inteligente.