Desbordando desparpajo, sin complejos y con gran emoción, sinceridad y talento, los chavales de La Voz Kids ha tomado la noche de los jueves. Todos los pequeños artistas que fueron eliminados, entre lágrimas, lograron millones de espectadores y una alta cuota de pantalla. 

Los concursantes infantiles no decepcionaron. "Tiene talento, emoción, competición y premios", resume el profesor de la Universidad de Navarra Enrique Guerrero. "Es un formato diseñado con todos los ingredientes para el éxito. Aunque en la industria televisiva, una cosa es el formato y otra el programa final", afirma este experto en análisis televisivo. Tengo una duda que ruego, al profesor Guerrero, me la aclare. ¿No es una forma de explotación infantil este concurso ya que los niños han sufrido un duro "casting" y los seleccionados han trabajado muy duro para preparar su actuación

La Voz Kids tiene aspectos originales: las audiciones a ciegas, las sillas giratorias y el hecho de que los miembros del jurado hacen las veces de entrenadores, apunta Guerrero, que define el programa, de origen holandés, como un espacio de "entretenimiento familiar apto para todos los públicos". David Bisbal, Rosario Flores y Malú se deshacían en elogios hacia los participantes. Los tres artistas seleccionaron a los 15 finalistas, que se ganaron una plaza tras haber superado a 10.000 aspirantes.

El hecho de que los concursantes sean niños se refleja en las audiencias. El 40% de los seguidores de La Voz Kids tienen entre 4 y 12 años y el 37% oscila entre 13 y 24, lo que contribuye a rejuvenecer el público de Telecinco. "No es algo casual sino causal. Los programas con niños despiertan la empatía de la audiencia. Son un atractivo para el público más joven, que se identifica con ellos, pero también para los mayores.

Los niños son una audiencia muy fiel y tiene una gran capacidad de influencia sobre sus padres", añade Guerrero.

Clemente Ferrer
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