El presidente de Iberia, Fernando Conte, compareció en la mañana del jueves en la rueda de prensa previa a la Junta General de Accionistas de la compañía. Conte anunció un incremento de beneficios netos de la compañía en 220 millones de euros, casi un 51% más que en el ejercicio anterior. La consecuencia inmediata ha sido el aumento en un 66% de los dividendos percibidos por los accionistas, que perciben 5 céntimos de euro por acción. Todo ello en un ejercicio en el que las acciones se han revalorizado en un 11,8% para situarse en 2,55 euros

Conte señaló que Iberia asume ahora nuevos retos en su plan director 2006-2008, entre los que se encuentran la necesidad de competir en los distintos mercados con los costes adecuados, el incremento de la productividad y la reducción de los costes laborales. Sobre este último punto, la compañía insiste en que este año las retribuciones salariales irán necesariamente ligadas a los resultados de la empresa. El presidente de Iberia ha anunciado también la presentación de un proyecto para congelar las retribuciones del consejo de de administración y de la compañía.

Frente a la creación de compañías de bajo coste, diseñadas para captar un mayor número de clientes ofreciendo precios inferiores al resto de las compañías, Iberia tiene previsto concentrar buena parte de sus esfuerzos en competir por los clientes de mayor poder adquisitivo ofreciendo un producto business class, para lo cual las aerolíneas de bandera española invertirán 100 millones de euros.

En un momento de fragmentación del sector de las aerolíneas, Conte apuesta por la concentración y se ha mostrado satisfecho de la cooperación entre British Airways e Iberia.