Gran acuerdo el de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Como todos los acuerdos de libre comercio son saludados por los mercados financieros con grandes alharacas. Y en principio está bien que se supriman contingentes y aranceles pero no antes de que homologuen las reglas del juego.

En otra palabras, suprimir barreras comerciales sin igualar condiciones de trabajo es como meter a la zorra en el gallinero.

Dicho de otra forma, antes que un comercio global necesitamos un salario mínimo global. De otra forma, muchos países, por ejemplo China e India, seguirán conquistando el mundo a costa de explotar a sus propios ciudadanos. Y el capital financiero  -los rentistas- seguirán primando sobre el conjunto de la ciudadanía -empresarios, autónomos y trabajadores-.

Y las grandes potencias económicas, sobre todo Estados Unidos y Europa, también salen beneficiadas, dado que compiten como ventajistas -sobre todo en productos de primera necesidad- con el Tercer Mundo, a costa de las subvenciones que otorgan a sus productores... mientras los países pobres no tienen fuerza para igualar esas primas estatales a los suyos.

No, no es una buena noticia.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com