En la SER, Carlos Elordi opinaba que, en la tradición de ETA, el robo de armas es un gesto político. Y los destinatarios (del gesto) son un montón: entre ellos, la propia ETA. Hay un sector que parecía que controlaba la dirección de ETA y que había impuesto a la organización al camino negociador. Esto significa que hay otro sector que quiere imponerse por la vía de los hechos, es un gesto político, coincidiendo ademán con el inicio del debate en el parlamento europeo, sobre todo destinado a los de la vía pacífica de dentro de la dirección. ¿Esto supone una ruptura del acuerdo del texto del alto el fuego? Esto es lo más importante. El peligro es que la fracción se imponga a la dirección, gane la disputa interna. También esta gente, esa fracción, puede ocurrir que perdiera la guerra interna. Yo creo que el gobierno tiene que decir algo.