El pasado 18 de mayo Polonia celebró elecciones presidenciales para elegir al sucesor del actual presidente Andrzej Duda, conservador del Partido Ley y Justicia, que ya llevaba dos mandatos en el cargo y no puede presentarse más.
En esa primera vuelta, el candidato 'progresista', de la Plataforma Cívica Rafał Trzaskowski obtuvo el 31% de los votos. Mientras que Karol Nawrocki, que cuenta con el apoyo del partido gobernate Ley y Justicia (PiS), consiguió el 30%.
El próximo domingo 1 de junio se celebra la segunda vuelta.
En lo que respecta a los principios no negociables para una acción política basada en el humanismo cristiano, establecidos por el Papa Benedicto XVI -respeto y la defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural; la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer; la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas- en la exhortación apostólica Sacramentum caritatis, el progresista Trzaskowski es partidario de aprobar el aborto hasta la semana 12 de gestación. Defiende el el acceso a la píldora del día después sin receta médica. Pretende implantar un laicismo estatal, como muestra su decisión de retirar cruces de las oficinas públicas de Varsovia (de donde es alcalde). También defienden la legalización de uniones civiles para parejas del mismo sexo, pero no la adopción por homosexuales, recopila Infocatólica.
Por su parte, Karol Nawrocki se opone firmemente al aborto. Es decir, es partidario de mantener la prohibición casi total que existe actualmente en Polonia, sino que incluso podría endurecer las restricciones, ampliándolas a casos de violación o incesto. También se opone a las políticas LGTBI porque se enfrentan a los valores familiares tradicionales polacos, recopila el mismo medio.
Actualmente, la constitución polaca define el matrimonio como «la unión de un hombre y una mujer», que debe ser protegida por el Estado.