
Polonia ha comenzado una operación de deportaciones de ciudadanos extranjeros que están involucrados en actividades criminales. En concreto ha sido el turno de 17 ciudadanos georgianos, embarcados en un avión militar para ser trasladados a su país de origen bajo la custodia de la Guardia polaca. El portavoz del cuerpo, el teniente coronel Andrzej Juźwiak, explicó que las personas expulsadas eran hombres de entre 24 y 58 años.
Juźwiak analizó que todas esas personas representaban "una amenaza para la seguridad" del país y anunció que esta es "la primera operación prevista de este tipo", a la que sucederán más "en las próximas semanas". "Se deportará a extranjeros de varios países", aseguró.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, ya anunció en sus redes sociales que "las deportaciones han comenzado". Cuando se ha llevado a cabo este primer dispositivo publicó otro mensaje en el que describía a los deportados como personas con "antecedentes criminales" que cometieron: robos, cruzaron ilegalmente la frontera estatal o no cumplieron órdenes anteriores que les obligaban a salir del país.
En la misma línea se ha pronunciado el jefe del Ministerio del Interior y Administración, Tomasz Siemoniak, quien destacó que, según estadísticas oficiales de 2024, los extranjeros son sospechosos del 5% de todos los delitos en Polonia. Además, se habló de la "ola creciente de 'crimen importado'.
Todos conocemos que Europa bloqueó los fondos europeos a Polonia, pero el país fue perdonado, y es que hubo un cambio de Presidente. En Bruselas Mateusz Morawiecki era el enemigo a batir, pero desde que el muy liberal Donald Tusk gobierna, la cosa cambió. Es más, en Europa eran felices con Donald porque Donald iba a traer de nuevo a Polonia los valores europeos, es decir, cristófobos: aborto, homomonio, cristofobia, perversión de menores, etc.
El centrista, o sea ideológicamente versátil, Donald Tusk, preside el gobierno polaco con todos, verdes, comunistas, izquierdistas, la única condición es que no seas cristiano. Pero ahora habla de inmigración y lo relaciona con crimen y delincuencia, y no sólo eso, deporta... como hace la fascista de Meloni o como propone el ultraderechista de Trump... Verás como se entere Úrsula...
Estamos ante otro socialista, después del amigo Olaf, que se da cuenta de lo que la inmigración ilegal causa en un país, como amables y jóvenes muchachos caminando por la calle de manera completamente impune.