La hipocresía ecologista socialista, liderada por Pedro Sánchez y Teresa Ribera, no tiene límites. Y es que mientras en España odian la energía nuclear… en Europa la aceptan y la aplauden como energia limpia.

Esta doble vara de medir que ya señalamos en Hispanidad se ha vuelto a constatar recientemente en una votación en la Eurocámara hace unos días para reconocer la nuclear como tecnología neta cero dentro de la Ley de Industria Net-Zero. En concreto, 456 eurodiputados votaron a favor, entre ellos había 121 del Grupo de Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D). Lo más sorprendente es que dentro de estos eurodiputados progres y socialdemócratas, había 18 socialistas españoles que también votaron a favor de la nuclear, así lo refiere Alfredo García (más conocido en X como Operador Nuclear, que es ayudante de jefe de turno en la central nuclear de Ascó, tiene licencia de operador de reactor y supervisor, y también es ingeniero de Telecomunicaciones, licenciado en Comunicación Audiovisual, divulgador científico y escritor. Y lo hace aportando documentos.

Recuerden que de las últimas elecciones europeas celebradas en 2019 (las próximas son en 2024) salieron un total de 751 eurodiputados en el Parlamento Europeo. El Partido Popular Europeo (PPE) fue el que más obtuvo, con 182; seguido del S&D, con 154; el liberal Renew Europe -en el que se incluye PNV y Cs-, con 108; Los Verdes/Alianza Libre Europea (ALE) -donde se integra el BNG y ERC-, con 74; Identidad y Democracia (ID), con 73; Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (CRE) -del que forma parte Vox-, con 62; los no inscritos en ningún grupo, con 57; y Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica (GUE/NGL) -que incluye a IU, Podemos y Anticapitalistas-, con 41. 

En la votación sobre la Ley de Industria Net-Zero, se emitieron 625 votos. De estos, 456 fueron a favor y procedieron de eurodiputados de los grupos: ECR, ID, PPE, S&D, Renew Europe, La Izquierda (entre ellos, el anticapitalista español Miguel Urbán), ALE y no inscritos. También hubo 153 votos en contra y 16 abstenciones (así se recoge en este enlace, en las páginas 13 y 14). Alfredo García llama la atención sobre todo en los 121 votos de los socialdemócratas 121 y entre los que se encuentran 18 de los 21 eurodiputados españoles del PSOE: Clara Aguilera, Laura Ballarín Cereza, Estrella Durá Ferrandis, Jonás Fernández, Lina Gálvez Muñoz, Ibán García Del Blanco, Isabel García Muñoz, Iratxe García Pérez (que esta semana también ha tenido muchas más repercusión por el debate sobre la ley de amnistía), Eider Gardiazabal Rubial, Nicolás González Casares, Alicia Homs Ginel, Javi López, César Luena, Cristina Maestre Martín De Almagro, Javier Moreno Sánchez, Inma Rodríguez-Piñero, Domènec Ruiz Devesa, Nacho Sánchez Amor. Faltaban ese día en la votación tres eurodiputados del PSOE: Mónica Silvana González, Juan Fernando López Aguilar y Marcos Ros Sempere.

Sánchez y Ribera deberían escuchar a la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que augura un papel relevante a la energía nuclear y que les echó una bronca hace unos meses por el cierre nuclear... porque supondrá quemar más gas natural

La Ley de Industria Net-Zero establece el objetivo de que Europa produzca el 40% de sus necesidades anuales de implementación en tecnologías netas cero para 2030, sobre la base de los Planes Nacionales de Energía y Clima, y capture el 25% del valor del mercado global para estas tecnologías. La votación citada en la que los socialistas españoles han apoyado la nuclear se refiere a su introducción en el nuevo artículo 3 bis, aunque el S&D trata de desinformar al señalar: “Con la introducción del nuevo artículo 3 bis, hemos ampliado la lista de tecnologías de cero emisiones netas. Esta incluye una referencia a las tecnologías nucleares. No obstante, esto se refiere únicamente al uso de tecnologías nucleares para el desarrollo de reactores de fusión, reactores de módulo pequeño y equipos médicos para la lucha contra el cáncer”. Sin embargo, esto no es así y se comprueba en su propia información al señalar que “el (nuevo) artículo 3 bis introducido por el Grupo S&D y por el que se amplía la lista de tecnologías de cero emisiones netas con respecto a la propuesta inicial de la Comisión Europea” incluye como tecnologías de cero emisiones netas en el apartado 1. b) las tecnologías energéticas de fusión y fisión nuclear, incluidas las tecnologías de ciclo del combustible nuclear. Es decir, toda la nuclear, tanto de fisión como de fusión, existente y futura. 

Y mientras, en España, como bien saben, Sánchez y Ribera insistir en cerrar los siete reactores de fisión que están operativos entre 2027 y 2035, a pesar de que producen el 20% de la electricidad del país sin emitir CO2, de forma estable y aportando seguridad de suministro. Deberían escuchar más a la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que augura un papel relevante a la energía nuclear y que les echó una bronca hace unos meses por el cierre nuclear, porque supondrá quemar más gas natural. También deberían hacer caso al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que ha verificado la adecuada preparación de Ascó y Vandellós II para operar a largo plazo; y a Foro Nuclear (asociación que representa a la industria nuclear española), que señala que Almaraz cuenta con las mejores condiciones de seguridad y fiabilidad para seguir operando. Y por cierto, Sánchez y Ribera deben recordar que también han pedido el alargamiento nuclear: el Círculo de Empresarios, el pepero Alberto Núñez Feijóo y hasta el sindicato UGT. Además han crecido los que no ven tan claro el adiós nuclear (Endesa, Iberdrola...).